La periodista y escritora mexicana Alma Guillermoprieto dijo que en este momento, en México “se están dando hechos de violencia obscena, de tan enorme gravedad, pues sin ser sensacionalista e importancia, hay hechos de enorme gravedad: el narcotráfico es y será durante muchos años, el gran tema nacional e internacional”.

Durante su conferencia “Cómo ser periodista y no morir en el intento”, dentro de la Cátedra Latinomericana Julio Cortázar que organiza la Universidad de Guadalajara, Guillermoprieto quien estuvo acompañada por Gabriel García Márquez, aseguró que para los medios de comunicación el narcotráfico es un reto sin pronta solución; no por nada México ocupa el séptimo lugar entre los países más peligrosos para el ejercicio del periodismo, según el Comité de Protección a los periodistas.

Reconoció que un frente de guerra el periodista tiene suerte y sabe de dónde vienen las balas, pero que en el caso del narcotráfico, un periodista que cubre ese asunto, se lanza a un túnel oscuro en el que el fuego puede venir en cualquier momento y de cualquier punto; sin embargo, sólo los medios de comunicación pueden informar a la sociedad de manera puntual y constante.

“Hay una necesidad apremiante de fomentar un periodismo investigativo que se ocupe de las redes internacionales de influencia y de lavado de dinero; este es el tipo de tarea que nadie puede cumplir mejor que los medios; ayudan a la sociedad a entender fenómenos como el narcotráfico y al hacerlo evitan que la ciudadanía quede inmovilizada por el terror”, comentó Guillermoprieto.

La autora de “Al pie de un  volcán te escribo” y colaborada en varias publicaciones dijo que los reporteros  tienen el encargo de cumplir esa misión; pero sobre todo son personas que salen en busca de la vida, porque son apasionados . “Nunca nos bastará lo visto ni el camino recorrido y el día que nos parezca que el jardín de nuestra casa es más apetecible que una nueva zona arqueológica en el desierto de Acatama, habremos empezado a morir para el oficio”.

Sin embargo, la periodista que estudió danza y entró al periodismo por casualidad al cubrir la revolución sandinista que sacó a Somoza del poder, aseguró que lo que está muriendo es el oficio mismo .  “Las formas virtuales de transmitir información han desplazado a la antigua tecnología de tinta y papel… ¿morirá la larga tradición de la reportería con el colapso de los medios?, estamos ante un mundo tan nuevo ante el que no cabe un pronóstico y sin embargo, digo que no, que al contrario, que la misma transformación de los medios, se está viendo el hueco: vuelve al lugar de los hechos a ver lo qué realmente sucedió y nos lo cuenta”.

Alma Guillermoprieto, quien se dio cuenta de su gran compromiso con la sociedad como periodista cuando estuvo en Nicaragua, luego en Guatemala y El salvador, dijo que ni la gente que tienen un blogs, ni tampoco el chateador que manda una fotografía al programa de televisión para mostrar un accidente que vio, cuentan; los que hacen falta son los reporteros que están evolucionando y tomando los nuevos medios entre sus manos. “A la generación que viene le tocará no sólo inventar los modos de uso de las nuevas tecnologías, sino las nuevas maneras de narrar la crónica de sus tiempos; contarán algunos de los dramas más terribles que hayamos visto la especie humana, pero también tendrán la felicidad de narrar aventuras y proezas que a los seres humanos  de hoy no nos caben en la mirada… si logran reportear este nuevo mundo a profundidad, con conocimiento, sin prejuicios, ni corrupción, falsos patriotismos ni banderas ideológicas; si invierten toda su pasión y todas sus horas; si logran narrar una historia que sea accesible para todos, ayudarán a que los habitantes de esta tierra salgan adelante y sin que muera el oficio en el intento”.