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Diablos-Tigres... muere la guerra civil

Los pingos del México abren contra Córdoba en Veracruz y los ahora felinos poblanos inician en Puebla contra los Pericos; Ramón Arano habla del clásico muerto
Ciudad de México | Martes 19 de marzo de 2002 Bertha Servín y Moisés Ramírez | El Universal

Ausente ya del panorama la guerra civil, el clásico entre Diablos Rojos y Tigres, y sin que se juegue en México el partido inaugural primera vez desde 1955, cuando nacieron los felinos, la Liga Mexicana se vuelve un páramo. Paisaje árido y deprimente.

Los Diablos abren hoy la campaña en Córdoba ante los Cafeteros partido en memoria del recién fallecido Chara Mansur; mañana, los Tigres cantarán el playbol en Puebla, ante los Pericos.

Dice Ramón Arano, ex pícher de los Diablos y guerrero eterno en el tradicional clásico:

El beisbol comenzó a morir en la capital con la desaparición del parque del Seguro Social y con la salida de los Tigres hacia Puebla. Fue como una bofetada permitir que la pelota se trasladara al foro Sol y dejar que los felinos se fueran de la ciudad.

¿Más? Más: Se dañó mucho al beisbol al terminar con una tradición en la Liga Mexicana. Eso fue el separar a los dos equipos más populares, más poderosos económica y deportivamente, más competitivos y más aguerridos...

Añoranza por la Guerra Civil

Por vez primera en la historia de la Liga Mexicana no habrá inauguración de la temporada en la capital del país. Tampoco habrá Guerra Civil ni clásico capitalino.

La salida del Distrito Federal de los Tigres hacia Puebla, deja solitario a los Diablos, que abren la campaña en la ciudad de Córdoba ante los Cafeteros, en un partido en memoria del directivo Chara Mansur, fallecido el año pasado.

En efecto, sin la serie México-Tigres y sin la fastuosidad de la apertura de campaña el beisbol capitalino se vuelve un páramo, un paisaje árido y deprimente que no produce emoción alguna.

Y no se puede evitar la reflexión melancólica ni que la nostalgia predomine en la narración.

Ramón Arano, ex pitcher de los Diablos y guerrero incansable en la llamada Guerra Civil, dice que el beisbol comenzó a morir en la capital con la desaparición del parque del Seguro Social y con la emigración de los Tigres hacia la Angelópolis.< "Fue como una bofetada al beisbol permitir que la pelota se trasladara al Foro Sol y dejar que los felinos se fueran de la capital", dice Arano.

Y añade: "Se dañó mucho al beisbol al terminar con una tradición en la Liga Mexicana; al separar a los dos equipos más populares, más poderosos económica y deportivamente, más competitivos y más aguerridos; sí, se dañó mucho al beisbol al acabar con una serie clásica que estremeció la capital en la década de los sesenta y los setenta".

Se atropellan las palabras en Ramón Arano cuando los recuerdos surgen en su memoria: "Antaño la serie México-Tigres se jugaba con estadio lleno: el parque del Seguro Social resultaba insuficiente para albergar a todos los aficionados que anhelaban entrar, todos con boleto en mano, la mayoría adquiridos en la reventa. Los juegos eran a morir. Había violencia dentro y fuera del diamante. Había sangre en el ruedo, como se suele decir. Muchos jugadores iban a parar a la cárcel tras la reyerta. Todo esto se perdió ya".

Sigue Arano tejiendo la telaraña de la memoria: Alejo Peralta, dueño de los Tigres, clamaba: "no me interesa ganarle a los demás clubes, sino solamente vencer a los Diablos". Los escarlatas también soñaban con derrotar a los acérrimos enemigos.

Y Arano obsequia la anécdota: "En lo personal no podían ganarme los Tigres. En una ocasión, Alejo Peralta pidió que pusieran en el line up a Jesús Robles. Y acertó el ingeniero Peralta, pues Robles me dio el jit de la victoria en partido que perdimos 1-0. Los jugadores de los Tigres cargaron en hombros a Robles y lo pasearon enfrente de nuestro dugout. Ellos, con la alegría reflejada en el rostro y nosotros, con el coraje y la impotencia".

Cuenta Ramón Arano que una vez que derrotaron a los Tigres con estadio a reventar, lo sacaron en hombros del parque del Seguro Social, pararon el tráfico en avenida Cuauhtémoc y estuvieron festejando toda la noche.

*** Para Leo Rodríguez, ex tercera base de los Diablos en la década de los setenta, la salida de los Tigres hacia Puebla y la permanencia de los escarlatas como único equipo en la capital, será una prueba de fuego para saber si el beisbol sigue vivo en la capital del país.

"Sólo el tiempo dirá si los empresarios estuvieron en lo correcto. Si esta medida que tomaron motivará a los aficionados a regresar al estadio. Lo que si es un hecho es que no habrá beisbol todos los días y quizá la espera propicie que el público asista en mayor cantidad cada vez que los Diablos retornen de gira.

Dice Leo Rodríguez que causa enorme tristeza la desaparición de la llamada Guerra Civil, un clásico que perduró 47 años, desde el nacimiento de los Tigres en 1955.

"Pero, insisto, toda decisión se toma para un fin y sólo el tiempo dirá si los directivos hicieron lo correcto. Con un persona como Raúl González en la presidencia de la Liga Mexicana se busca que regrese la gente al beisbol, como lo hiciera antaño cuando las series MéxicoTigres se jugaban con el parque a reventar. Se busca recuperar parte de aquello...



 

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