Desde 1900 hasta el año 2000 ocurrieron en México 150 sismos de magnitud superior a 6.5 grados en la escala de Richter, reveló el jefe del Servicio Sismológico Nacional (SSN) , Carlos M. Valdés González.

Entrevistado en el marco del macrosimulacro realizado en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) con motivo del aniversario 23 de los sismos de 1985, convocado por la Secretaría de Protección Civil del Distrito Federal.

El funcionario precisó que "somos un país sísmicamente activo; debemos estar preparados porque a diferencia de otros desastres, éstos no se pueden predecir y no tienen hora ni época. Ocurren simple y sencillamente cuando se les pega la gana" .

Valdés González llamó a aceptar el hecho de que existe una posibilidad de sismos importantes. Y es que, dijo, esta conciencia no existe incluso a nivel individual.

Recordó que el año pasado un chamán maya pronosticó un sismo importante para el 25 de mayo. En esa fecha, "el instituto era la locura; no podíamos trabajar porque las computadoras se saturaron con 1.4 millones de correos electrónicos, además de llamadas telefónicas, preguntando acerca de esta predicción" .

Eso nos demuestra que no hemos terminado de captar que los sismos no se pueden predecir. Pero sabemos que en nuestro país han ocurrido movimientos importantes en el pasado y qué es cuestión de tiempo para que se repitan.

Ello, indicó, no tiene que ser precisamente como el del 85, de 8.1 grados en la escala de Richter y proveniente de las costas de Michoacán, pues de esa zona tendrán que pasar por lo menos 150 años para que vuelva a acumularse la suficiente energía.

No obstante, mencionó que existen otros puntos de dónde pueden provenir; por ejemplo, de Guerrero, Puebla, Oaxaca o Colima.

"Si uno pregunta a cualquier persona en la calle si sabe de la alerta sísmica que no maneja el SSN sino el Centro de Instrumentación y Registro Sísmico, la mayoría responde que no" . La gente también desconoce por qué estaciones de radio se transmite la alerta sísmica o por cuáles canales de televisión.

Esta es una herramienta que puede ser importante, que nos puede avisar de sismos específicos que ocurran en la costa pacífico de Guerrero y que sean mayores a la magnitud seis grados hasta con 50 segundos de anticipación.

En este sentido, precisó que "China hubiera pagado lo que fuera por tener la capacidad de este sistema de alertamiento, aunque hubiera sido 10 segundos antes" . Entonces, hay que tomar conciencia.

No debemos dejar esto para el final.

Invitó a la gente a que cuando festeje su cumpleaños aproveche para revisar si ellos y sus familias están preparados para saber qué hacer en caso de sismo.

"La única vez que hacemos un simulacro es porque somos invitados los 19 de septiembre. Pero eso es una vez al año y deberíamos realizarlo de manera frecuente para que se convierta en costumbre y en caso de un sismo supiéramos qué hacer" .

Y es que, argumentó, aún cuando se ha progresado a partir del sismo de 1985 a la fecha, todavía nos queda un largo camino por recorrer.

Valdés González se refirió a las normas de construcción que aplican para los edificios nuevos y que son buenas en este aspecto.

Empero, alertó que si alguien vive en edificios anteriores a esa fecha es preciso estar atento.

A su vez, María Elena Llarena del Rosario, directora de Protección Civil de la UNAM, aseveró en un comunicado que la participación de la labor de prevención y capacitación fue la presencia de esta casa de estudios en el macrosimulacro.

Recalcó que en México existe una cultura de protección civil.

Concretamente, en la UNAM desde 2001, con un trabajo permanente de sensibilización, difusión y capacitación, se ha logrado concientizar en materia de seguridad y resguardo.

Por ley, se realizan dos simulacros de evacuación al año; además, cada dependencia de la universidad cuenta con un Plan Integral de Seguridad, que contempla la colocación de señalizaciones para rutas de evacuación y equipo para extinguir incendios.

También, dijo, se busca la forma de incorporar sistemas de detección de humo, alarmas de intrusión, alerta sísmica y circuitos cerrados de televisión; así como elaboración de folletos y carteles que promuevan acciones de autocuidado.

En este sentido, acotó, se debe entender que la protección civil es más que un simulacro, es una forma de aprender a evitar riesgos, saber actuar en una eventualidad y encontrar la salida positiva en situaciones de peligro.

En el evento participaron profesores, investigadores, alumnos y personal administrativo de la UNAM asesorados por el Cuerpo de Bomberos de la institución y brigadas para guiar a la comunidad.

mma