Según el Génesis, Dios creó a la mujer a partir de la costilla de Adán. Pero un libro recién publicado sostiene que las mujeres, en su intento por obtener igualdad de género, le han robado la columna vertebral a los hombres.

En "Save the Males: Why Men Matter, Why Women Should Care'' (Salven a los hombres: por qué importan los hombres y por qué debe esto importarle a las mujeres) la comentarista conservadora Kathleen Parker se queja de que, en los últimos 30 años, hemos creado "una cultura que es hostil hacia los hombres, despectiva con la masculinidad y cínica con respecto a las deliciosas diferencias que hacen que los hombres sean irresistibles.

En las películas y la música, los hombres son retratados como estúpidos, abusadores, brutos, evasivos, rapistas, depredadores sexuales y golpeadores". En los programas de comedia, a los hombres de familia "se les muestra invariablemente como torpes y mentecatos".

Parker, quien crió a tres niños y fue madre "postiza" de unos lobatos, se reconoce como una "improbable campeona de los hombres". Su madre murió cuando ella tenía tres años, por lo que fue criada por su padre, quien se casó cuatro veces más después de su viudez. Como consecuencia de la vida que tuvo con su padre y la serie de madrastras, reconoce: "éramos disfuncionales antes de que ser disfuncional estuviera de moda".

Parker advierte que ridiculizar a los hombres nos conduce a restarle importancia a la paternidad. Al mismo tiempo, "al exaltar la maternidad en una madre soltera y convertirla de ser la consecuencia infortunada de una mala planeación a un sofisticado acto de autosuficiencia, hemos contribuido a crear un mundo en el que los padres no sólo están escasos sino en el cual los hombres son superfluos".

Después de haber entrevistado a niños cuyos padres fueron donadores de esperma anónimos, Parker subraya lo importante que es para ellos encontrar a su padre biológico. Un estudiante de doctorado en Cambridge que ahora tiene 20 años, confiesa: "es absolutamente necesario que encuentre a mi padre para tener una existencia normal. Sería agradable que él quisiera conocerme, pero eso es algo que me gustaría, no algo que necesite".

Cuando la masculinidad no es valorada, advierte Parker, existen muy pocos incentivos para que los jóvenes crezcan. "Al ser indulgente con cualquier apetito en vez de reconocer la importancia del autocontrol y el compromiso... los varones jóvenes encuentran poca resistencia a seguir celebrando sus búsquedas juveniles mientras se pierden en los juegos de video, tontos programas de televisión "orientados a los hombres" y en sexo casual.

"Mientras los hombres se sientan marginados por las mujeres, de quienes buscan su atención y aprobación; mientras sean alejados de sus hijos y tratados como criminales en los juzgados de lo familiar; mientras se les siga faltando al respeto en una cultura que ya no valora la masculinidad vinculada al honor y mientras a los jóvenes se les prive de tener una figura paterna fuerte y nuestros chicos y chicas sigan manteniendo una guerra de sexo, estaremos en riesgo de cometer un suicidio cultural".

El primer ministro de India, Indira Gandhi señaló: "los hombres ya no están más liberados que las mujeres". Pro su parte, la primer ministra de Israel, Golda Meir, mencionó: "no podría decir si las mujeres son mejores que los hombres pero ciertamente no están peor". No le devuelvan la costilla a Adán pero dejen que los hombres recuperen columnas vertebrales fuertes. Tanto los hombres como las mujeres necesitan ser liberados. (Traducción: Gabriela Cornejo)