Personal y expertos del Sistema Estatal de Protección Civil y de la Comisión Nacional del Agua ( Conagua) supervisan la zona montañosa del municipio de Ostuacán en el Norte de Chiapas a fin de descartar riesgos entre las comunidades, luego del derrumbe parcial de un cerro sobre el arroyo " Amarillo"

El deslave de piedras y rocas en las inmediaciones del volcán " Chichón" interrumpe, desde el pasado martes, el curso normal del afluente que nace en el río Magdalena, que a su vez desemboca en los caudales del río Grijalva.

Aunque la contingencia no provocó víctimas ni lesionados, las autoridades de gobierno despliegan un operativo de vigilancia y monitoreo en esa demarcación tras el incidente, con la finalidad de prevenir riesgos aguas abajo.

El percance se produjo a unos 5 kilómetros de la población Xochimilco y a unos 20 del desaparecido poblado Juan de Grijalva.

Personal del Sistema Estatal de Protección Civil y de Conagua sobrevuelan y recorren la zona montañosa para prevenir nuevos riesgos de derrumbes y peligros en comunidades y rancherías de los alrededores.

Luis Manuel García Moreno, subsecretario de Protección Civil del gobierno del estado , señaló que los sobrevuelos y la valoración de las condiciones telúricas de cerros y montañas permitirá descartar o confirmar riesgos de nuevos deslizamientos de tierra en la zona.

" Luego del derrumbe sobre el afluente del Amarillo, estamos confirmando que no haya riesgos para la población aguas abajo y verificamos que no haya peligros adicionales de otros cerros que pudieran asentarse", precisó el funcionario.

Mientras, el director de Administración de Emergencias de la Subsecretaría de Protección Civil , Alfredo Chan Chim aseguró que en las últimas horas las aguas del arroyo " Amarillo" retomaban su cauce de manera natural.

Explicó que el derrumbe fue provocado por la saturación del agua acumulada dejadas por las fuertes lluvias de la temporada en la zona, las cuales reblandecieron el terreno.

Otros factores que propiciaron la contingencia fue la accidentada orografía de la región, compuesta de pendientes muy pronunciadas, las cuales generan "condiciones ideales para la ocurrencia de un deslave", puntualizó.

Se descartó que el deslave de tierra y rocas tenga relación con la actividad de " El Chichón", volcán latente que hizo erupción en 1982.

El 4 de noviembre del año pasado una ola gigantesca sobre el río Grijalva provocó el derrumbe de un cerro que sepultó a la comunidad indígena Juan de Grijalva, con saldo de 19 muertos y seis desaparecidos.