El monitoreo al teléfono satelital del máximo líder de las FARC, Alfonso Cano, con ayuda de expertos estadunidenses, fue clave para el rescate sana y salva de la ex candidata presidencial Ingrid Betancourt.

Oficiales revelaron este jueves que con la ayuda de un desertor de las insurgentes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), la mayor y más antigua guerrilla de Latinoamérica, se logró infiltrar las comunicaciones de Cano durante varios meses.

El plan para liberar a Betancourt, en cautiverio desde 2002, se comenzó a diseñar hace un año tras la fuga del policía John Frank Pinchao, quien dio las primeras pistas sobre la zona donde estaban los cautivos, informó el jefe del Ejército, general Mario Montoya.

Para ello fue necesario estudiar paso a paso los movimientos de los anillos de seguridad que los rodeaban y las dificultades del terreno que, por lo selvático, impedían a las tropas oficiales acceder a la zona.

Con paciencia, dos altos oficiales de inteligencia comenzaron a estudiar la manera de llegar hasta las altas instancias de las FARC para ganarse su confianza y asestar la víspera el golpe final que permitió rescatar a Betancourt y 14 personas más.

Desde diciembre pasado, miembros del Ejército llegaron a la región sureña del Guaviare, donde tras cinco meses de pernoctar en la zona penetraron el primer anillo de seguridad, dijo una fuente militar.

La revista Cambio reveló que uno de los agentes secretos consiguió hacer una imitación de la voz de Cano, quien encabeza las FARC desde mayo pasado, y se comunicó con Gerardo Aguilar, alias "César", responsable de custodiar a los rehenes.

El semanario precisó que el oficial que imitó la voz de Cano "le insistió a ‘César' en la necesidad de reunir cerca de su campamento a los secuestrados y le anunció que delegados de una ONG internacional llegarían al sitio escogido".

El lugar para el encuentro era el río Inírida, a 72 kilómetros al sur de San José del Guaviare, donde las tropas tenían previsto el rescate de Betancourt, tres asesores estadunidenses y 11 soldados y policías.

"El supuesto Cano le hizo creer a ‘César' que la misión internacional llegaría en helicópteros rusos MI 17 pintados de rojo y blanco y similares a los enviados por el presidente Hugo Chávez en enero pasado", indicó la revista.

El mandatario venezolano jugo un papel clave en la liberación de seis políticos colombianos en poder de las FARC a comienzos de año, para lo cual se acudió a una flotilla aérea que facilitó su traslado a Caracas.

Oficiales que participaron en la operación revelaron este jueves que para principios de mayo pasado los infiltrados ya se movían sin problema en la zona acordada entre el supuesto Cano y "Cesar".

Según las fuentes, cuando el presidente colombiano Alvaro Uribe Vélez comenzó hablar hace mes y medio de "cercos humanitarios" para el rescate de los rehenes, ya se tenía ubicado el lugar donde se hallaban.

Fue así como en junio pasado, uno de los miembros de la inteligencia militar le presentó al general Montoya el plan de rescate, para lo cual se dispuso de un grupo de 15 de sus mejores hombres.

Se decidió entonces dar el certero golpe y se dio la orden al amanecer del miércoles de poner en marcha la operación "Jaque", que terminó con la liberación sanos y salvos de Betancourt y sus compañeros de cautiverio.

Los helicópteros aterrizaron entonces en las selvas de Tomachipán (Guaviare), con los mejores pilotos de la aviación del Ejército y los supuestos delegados de la misión extranjera para recoger a los cautivos.

Ya en pleno vuelo, y tras un rápido movimiento, el grupo élite logró reducir a los dos guerrilleros que abordaron el aparato con los secuestrados, en un procedimiento que tomó sólo 40 segundos, de acuerdo con las fuentes militares.

Según medios locales, Estados Unidos fue informado de la operación de rescate hace varias semanas, para lo cual ese país aportó ayuda técnica que fue fundamental para infiltrar a las FARC.

jigh