La llamada Iniciativa Preferente, con la que el presidente Felipe Calderón podría presentar reformas prioritarias que tendrían que ser abordadas por el Congreso en el periodo en que fueran enviadas, no fue aprobada debido a la falta de votos.

Luego de una discusión se sometió al pleno la votación de dicho dictamen; sin embargo, no pudieron juntarse los votos suficientes para lograr una mayoría calificada.

Los legisladores sumaron 256 a favor, 129 en contra y nueve abstenciones.

El dictamen fue regresado a la Comisión de Puntos Constitucionales.

Con esta iniciativa se evitaría que el presidente en turno pueda ser objeto desde el "congelamiento" de dos iniciativas que presente ante el Congreso de la Unión.

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