Jesús Ramírez, técnico interino de la selección mexicana de fútbol, aseguró hoy que no es el salvador del equipo y sólo puede ofrecer trabajar duro para salir adelante en los próximos partidos amistosos contra China, Argentina y Perú.

"No soy ningún salvador, sólo voy a trabajar duro", comentó a la prensa local el estratega, designado el pasado lunes como sustituto de Hugo Sánchez, destituido de su cargo por dejar a México fuera de los Juegos Olímpicos de Beijing'08.

Ramírez, quien llevó a México al título mundial sub 17 en el año 2005, dejó claro que sólo piensa en comandar a la selección ante chinos, argentinos y peruanos, porque es la misión que le encomendaron, pero no negó su deseo de mantenerse al frente del equipo.

"Uno siempre tiene la máxima ilusión, pero no depende de mí; lo que tengo claro es que soy entrenador de la selección por tres partidos.

Al referirse a sus planes, el entrenador reveló que trabajará mucho en la mentalidad de los jugadores y aunque no renunció a la idea de jugar bonito, dejó claro que el objetivo es ganar.

"No puedo prometer la victoria, pero trabajaremos para que esta pueda suceder", apuntó.

Jesús Ramírez, quien mantiene su labor al frente de las selecciones juveniles de México, hará su primera convocatoria de jugadores a inicios de la próxima semana, previo al amistoso con Chin, el 16 de abril en Seattle, Estados Unidos.

El 4 de junio los mexicanos irán ante Argentina, en San Diego, y el 8 frente a Perú, en Chicago.

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