El Presidente Felipe Calderón aseguró que está decidido a que su gobierno comience una nueva etapa en materia migratoria en la relación con Estados Unidos ahora que este país vive un proceso electoral.

El mandatario se refirió a que en esta nueva relación será importante la conclusión de acuerdos para promover una mayor corresponsabilidad en este campo. Dijo que con el presidente George Bush “ no hemos tenido una relación mala, pero pienso que las elecciones son una oportunidad para mejorar la relación y manifestar voluntades para solucionar este problema”.

Calderón ofreció una conferencia en un hotel donde se hospedó mientras a las afueras una decena de simpatizantes de Andrés Manuel López Obrador protestaron por la presencia de Calderón y acusaron de traidora a Amalia García, gobernadora del PRD, quien acompañaba al titular del Ejecutivo.

Calderón señaló que México y Estados Unidos pueden ver a largo plazo un acuerdo para lograr beneficios aunque se dijo respetuoso de las decisiones que tomen los norteamericanos.

Además celebró, el que “ las voces más radicales no sean las que están en la parte final” de este proceso electoral.

Esta es una oportunidad, para un diálogo más objetivo, más racional y menos emocional para lograr un avance en el acuerdo.

Calderón reveló que si ha habido contacto con los equipos de los candidatos presidenciales pero lo adecuado en este momento, dijo, es el respeto al proceso es por eso que se determinó no tener encuentros ahora durante la gira.

Más tarde comunicación social de la Presidencia de la República precisó que esos encuentros se circunscriben a las reuniones que ha tenido Calderón con diferentes políticos que forman parte de los partidos demócrata o republicano, pero reiteró que esto ha sido extraoficial.

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