El presidentes Felipe Calderón se asumió como un afectado más por la migración que se vive en México, debido a que él tiene un tío, un primo y un cuñado que tuvieron que salir del país en busca de trabajo.

Anoche el titular del Ejecutivo se reunió con miembros de la comunidad mexicana que radican en esa ciudad, en donde lo recibieron con mariachi y en donde no se contó con la presencia del cónsul designado, Juan Marcos Gutiérrez, quien no pudo ser ratificado a tiempo por el Senado.

Ante unos 600 connacionales que lo recibieron con mariachi en un hotel del centro de la ciudad, calderón les dijo:

“Yo soy de Michoacán, de un estado que ha tenido una de las mayores migraciones de mexicanos en la historia y lo sé porque lo he vivido, lo sé porque todos los michoacanos tenemos un pariente, un tío, un primo o un cuñado, ese es mi caso, los tres casos es el mío; está acá en Estados Unidos, en algún lugar ganándose la vida y que no ha podido y quizá no pueda volver a ver a su familia”.

El mandatario dijo que por muy difíciles que sean las condiciones política que nos toca vivir y por muy grande que sea la incomprensión o el egoísmo, nos toca a nosotros tomar las decisiones para que México marche hacia delante.

Calderón dijo anoche que el gobierno busca una nueva era en la relación con los migrantes y a raíz de las demandas de la comunidad mexicana en esta ciudad anunció que el consulado de Los Angeles abrirá los siete días de la semana para atender a los mexicanos.

Estuvieron presentes los gobernadores de Zacatecas, Amalia García; Guanajuato, Juan Manuel Oliva Ramírez y Colima, Jesús Silverio Cavazos, en esa reunión.

En unos momentos, el presidente ofrecerá una conferencia, al cierre de su gira por Estados Unidos, que comenzó el domingo pasado.

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