Del campo a la ciudad y de la injusticia a la "transa", en la que cohabitan personajes que conforman el archivo general de la pasión popular, se abrió la muestra De San Garabato al Callejón del Cuajo en el Museo del Estanquillo, como homenaje a los caricaturistas Gabriel Vargas y Eduardo del Río Rius.

Conformada por más de 350 piezas entre originales, bocetos y maquetas, así como ediciones antiguas de las primeras historietas mexicanas que integran parte de las colecciones del ensayista Carlos Monsiváis, la exposición es un recuento del trabajo que ambos caricaturistas han hecho retratando lo popular y lo cercano. Durante la inauguración, Carlos Monsiváis señaló que "Rius y Gabriel Vargas representan un archivo general de la pasión popular y eso jamás terminaremos de agradecérselos".

Al primero, dijo, lo comenzó a leer cuando ambos colaboraban en la Revista Ja ja y resaltó su triple vocación como ironista, maestro de la sátira y pedagogo. Agregó que Rius ha educado a muchas generaciones.

Sobre Gabriel Vargas recordó que fue hace casi medio siglo cuando escribió el primer texto sobre su trabajo en la Revista de la Universidad, cuando la inolvidable Familia Burrón comenzaba a conformarse como parte del ideario popular.

Por su parte, Rius, autor de Los supermachos dijo que "en esta cruel y despiadada vida hay muy pocos momentos de felicidad, hay menos momentos de gloria de los que hay de felicidad" y ver reunido su trabajo con el de Vargas, a quien considera como su maestro, dijo que es uno de esos momentos.

Visiblemente conmovido, el creador de Doña Borola y de Don Regino Burrón, Gabriel Vargas, en cambio, permaneció sin decir palabra; ahora las fuerzas a sus 89 años de edad han menguado su hilaridad, aunque su aspecto de caballero decente con su impecable traje, corbata roja y pañuelo blanco en el saco, parece no extinguirse.

La muestra que coincide con el primer aniversario del museo, reúne una recreación a pequeña escala de los personajes entrañables de La Familia Burrón, como Doña Borola Tacuche, Don Regino Burrón y el pepenador Susano Cantarranas, así como el dibujo Día del tráfico, elaborado por Gabriel Vargas cuando tenía 13 años de edad.

A través de su recorrido, la exposición sugiere un acompañamiento por la historia de la vida cotidiana del siglo XX, en donde personajes de la familia Burrón (cuya historia llegó a vender más de un millón de ejemplares a la semana), dan muestra de las más combativas y reinvincadoras causas populares de la ciudad.

Especialmente pintado para la exhibición que ocupa dos pisos del recinto, en el lugar se muestra además un mural preparado por Rius, titulado El último desayuno.

Con la intención de crear un diálogo entre Vargas y Rius con otros artistas, la exposición reúne además algunos trabajos e historietas de otros artistas como Hugo Breheme, Leopoldo Méndez, Manuel Álvarez Bravo, Agustín Jiménez o Abel Quezada, quienes también han retratado la vida cotidiana.

A la inauguración de la muestra asistió además, Consuelo Sainar, directora del Fondo de Cultura Económica (FCE), en representación de la secretaria de Educación Pública, Josefina Vázquez Mota.

mzr