De vez en cuando leemos en las noticias que algún compatriota ha triunfado alrededor del mundo en determinada categoría, sea deportiva, educativa o en el área de investigación, ciencia o incluso ha destacado por cuestiones humanas o sociales.

Luego, al conocer sus historias, las rutas que los han llevado a conquistar sus triunfos, nos damos cuenta de que son hombres y mujeres que han enfrentado adversidades económicas o ideológicas. Y el asombro es aún mayor.

En los últimos meses, México ha tenido varios casos que han sido muy sonados. Tanto en el mundo deportivo como en el científico, existen jóvenes —la mayoría de ellos— que han puesto el nombre del país en los primeros lugares.

¿Cuál es el secreto de los adolescente que ganaron el primer premio en el concurso realizado en Estocolmo en la semana Mundial del Agua? ¿O bien el de los que obtuvieron el primer lugar en el campeonato mundial de la National Geographic Society? ¿O el niño de 12 años que ingresó a la Universidad de las Américas a estudiar la carrera de medicina y biología?

¿Cómo es que Lorena Ochoa o Giovani Dos Santos se han colocado en los primeros lugares del mundo en golf y en futbol?

¿Cuáles son las características de este grupo de mexicanos que han destacado en sus especialidades?

En México existe un gran potencial en capital humano y los personajes que han acaparado las planas de los periódicos por haber ganado premios y primeros lugares, poseen voluntad para alcanzar sus metas y conocen sus potencialidades, futbol, golf, matemáticas, etcétera, dice Margarita Espinosa, investigadora de la Universidad Panamericana a EL UNIVERSAL.com.mx.

La especialista enlista las características básicas que estas personas han sabido aprovechar:

1.- Objetivos definidos
2.- Voluntad para alcanzar las metas
3.- Conocer y aprovechar sus potencialidades
4.- Control en sí mismo
5.- Entrenamiento
6.- Persistencia
7.- Control de sus emociones
8.- Adaptación a los cambios
9.- Confianza y fe en uno mismo
10.- Lealtad hacia uno mismo.

Para Margarita Espinosa se trata de un trabajo de equipo, los padres de familia y los maestros de las escuelas deben alentar a los alumnos. Se trata primero de que descubran sus aptitudes y posteriormente impulsarlos.

El potencial está presente, sólo hay que saber dirigirlo en los jóvenes y animarlo, “de esto depende que los mexicanos sigan obteniendo primeros lugares en certámenes mundiales”, agrega.

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