El gobierno federal reconoció que instalaciones de Petróleos Mexicanos (Pemex) fueron objeto de “ataques” criminales, luego de que la madrugada de este martes ocurrió una nueva explosión en ductos de la paraestatal en Querétaro.

Las primeras investigaciones técnicas señalan que artefactos explosivos fueron colocados en las válvulas de salida de diversas líneas del gasoducto de Coroneo, en el municipio de Corregidora, en Querétaro.

Según expertos, la ubicación de los explosivos tuvo el propósito de que los incendios se prolongaran por varias horas, hasta agotar el combustible de los ductos y con ello lograr un mayor impacto. El sabotaje se dio después de la 1:00 de la mañana.

La Presidencia de la República anunció que se reforzarán las medidas de seguridad en las instalaciones estratégicas del país y rechazó categóricamente cualquier acto de violencia que “sólo destruye y a nadie beneficia”.

En un comunicado, el Ejército Popular Revolucionario (EPR) se atribuyó tanto las explosiones de ayer como las registradas el pasado jueves en los municipios de Salamanca, Celaya y Valle de Santiago, en Guanajuato.

Gobernación aseguró que esta “conducta criminal” pretende debilitar las instituciones democráticas y el patrimonio de los mexicanos.

“Las demandas políticas deben ser resueltas por los cauces institucionales y en pleno apego a la legalidad”, afirmó la dependencia. Añadió que hará todo lo que esté a su alcance para asegurar que los responsables de estos “reprobables actos” enfrenten la justicia.

Respecto a los estallidos de la semana pasada, la Procuraduría General de la República (PGR) informó anoche que los peritajes realizados confirman que fueron ejecutados intencionalmente”.

La dependencia abrió una línea de investigación para determinar si las agresiones provinieron en realidad del grupo armado que se las atribuye.

Agregó que “los primeros resultados periciales indican que las explosiones se registraron fuera de los ductos, simultáneamente y bajo un mismo patrón técnico”.

Del atentado en instalaciones de Querétaro se integra aún la averiguación previa y se realizan las investigaciones de campo necesarias.

Reportes de personal de Pemex refieren que la explosión de ayer afectó tres ductos: uno de gas natural, de 36 pulgadas, México-Guadalajara; otro de gas LP, de 14 pulgadas, Cactus-Guadalajara, y el oleoducto de 16 pulgadas Poza Rica-Salamanca.

No hubo lesionados y el control de la conflagración podría tardarse entre 48 y 72 horas.

En su mensaje, el EPR declaró el inicio de “una campaña de hostigamiento a los intereses de la oligarquía y del gobierno” y exigió la libertad de eperristas. (Con información de Sergio Javier Jiménez, reportero, y Alberto López Morales y Juan José Arreola, corresponsales)