Especialistas forenses mexicanos intentarán develar el misterio que existe sobre el verdadero paradero de los restos mortales del revolucionario mexicano Pancho Villa, explorando las dos supuestas tumbas del caudillo que se localizan en Parral, Chihuahua, informó la víspera el escritor Paco Ignacio Taibo II.

Durante una charla sobre su novela Pancho Villa: Una biografía narrativa, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM, el autor dio a conocer que el gobierno del estado donde fue asesinado el Centauro del Norte ha instruido "al mejor técnico forense del país" para la reapertura de las tumbas y localizar los verdaderos restos.

Oficialmente, el sepulcro de Villa está en el Panteón de Dolores, de Parral, pero a sólo 120 metros de esta tumba se dice descansan sus restos debajo de los de su cuñada Elpidia Rentería, los de su cuñado Antonio, y los de su suegro don Hilario Rentería, y luego los que se supone existen en el Monumento a la Revolución, de la capital mexicana.

El gobierno del estado de Chihuahua, dijo el escritor que participó en el diseño de la campaña de exploración, "comisionó al mejor técnico forense que hay en este país para la reapertura de las tumbas de Parral y la búsqueda de los restos de Villa, hay elementos identificativos en los huesos de Villa, hay una cicatriz de bala en la tibia y peroné derecha, por lo que no hay manera de perderlos".

La investigación, agregó, consistirá en "hacer una exploración de estas tumbas, y en caso de que lo encuentren van a intentar abrir la del Monumento de la Revolución", donde, dijo, se ha negado el permiso para hacer la exploración.

Sobre la vida del caudillo revolucionario, añadió, existe un velo de misterio y leyenda que le ha convertido en uno de los personajes más atractivos de la Revolución Mexicana (1910-1921).

Pancho Villa viajaba frecuentemente a Parral y en uno de esos viajes fue asesinado, el 20 de julio de 1923, a consecuencia de una emboscada al cruzar el puente Guanajuato, en un ataque sorpresivo; su tumba fue profanada en 1926 y de ahí robado su cráneo, que no ha vuelto a aparecer.

En su biografía novelada, Paco Ignacio Taibo II se da a la tarea de narrar la vida del Centauro del Norte, desde su travesía, temeraria y desmedida, saturada de hechos heroicos y trágicos de un personaje símbolo atemporal de la Revolución Mexicana.

El libro, escrito con estilo vibrante, relata las peripecias, desde los detalles más extravagantes hasta los momentos más trascendentes, de un hombre sagaz, abstemio, de mirada magnética, cuya única ley era la que se daba a sí mismo.

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