La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) manifestó su interés porque se esclarezcan las causas del accidente en la mina Pasta de Conchos y se tomen las medidas necesarias para que no se repitan hechos de ese tipo.

En el mensaje "A un año de la tragedia", difundido por la Oficina de Prensa de la CEM, la jerarquía católica del país consideró que "la herida sigue abierta y aún duele mucho a la sociedad mexicana" el percance.

Consideraron que se requiere humanizar el trabajo, por lo que resulta inaplazable la reforma de las instituciones que lo protegen, de los grupos que representan tanto a los trabajadores como a los patrones, pues la injusticia laboral inhibe al trabajador y frustra su aporte cultural.

Los obispos expresaron su solidaridad con los familiares y amigos de los 65 trabajadores que murieron, así como con todos los mineros del país.

"La explosión que hace un año cegó las vidas de 65 mineros, hizo aún más evidente que México necesita una transformación para que desgracias como esta no vuelvan a ocurrir", señaló el documento.

Por ello, consideró que la Iglesia y cada uno de sus miembros deben velar para que se restituya la justicia cuando no existe, además de cuidar que la vida de cada persona sea respetada con dignidad.

"El amor cristiano impulsa a la denuncia, a la propuesta y al compromiso con proyección social, a una laboriosidad eficaz, que apremia a ofrecer su propia contribución a cuantos sienten en su corazón una sincera preocupación por la suerte del hombre", puntualizó el mensaje.