En un avanzado estado de descomposición, anoche a las 23:07 horas fue sacado el cuerpo del segundo carbonero de los 65 que murieron en la explosión de la mina “Pasta de Conchos”.

No estaba quemado, pero sí saponificado (hinchado) por la humedad.

Se le identificó como José Manuel Peña Saucedo, de 52 años de edad, vecino del poblado de Palaú, municipio de Múzquiz, quien además presentó fracturas de costillas y en el maxilar superior y, de acuerdo con el informe de los médicos forenses, murió por aplastamiento.

“El domingo en la madrugada hallamos las botas y la lámpara, luego a él, estaba bajo toneladas de escombro de un derrumbe de seis metros de altura, lo pudimos sacar rápido porque el terreno no se movió, quedó firme y no se derraparon las piedras”, dijo uno de los rescatistas a EL UNIVERSAL.

En principio el coordinador del Programa de apoyo humanitario de la empresa Industrial Minera México S. A. (IMMSA), Enrique Valverde Durán, estimó que tardaría dos o tres días en recuperar el cuerpo, pero las labores realizadas por las cuadrillas se aceleraron y tuvieron resultados en menos de 18 horas.

El cadáver fue identificado mediante diversas pruebas periciales por forenses de la procuraduría General de Justicia del estado. Está íntegro, pero irreconocible, no tiene piel en la cara ni en algunas partes del cuerpo, además de las fracturas que presenta.

Peña Saucedo falleció instantáneamente de asfixia, por compresión toraco-abdominal, es decir, aplastado por las piedras y la tierra de un “caído” (derrumbe).

Hasta este momento la compañía minera aún no da a conocer la identidad del occiso. El ministerio Público notificó a los familiares y recomendó que se proceda de inmediato a la inhumación.

El doctor Fidel Rodríguez Villarreal, subdirector de servicios periciales de la Procuraduría estatal, señaló que esta misma mañana se procederá a sepultarlo porque por regulación sanitaria no puede ser velado, debido a que representa un riesgo de contaminación.

Hace 10 mes y 13 días de la explosión en la mina Pasta de Conchos, que enlutó 65 hogares. El socavón de tres cañones quedó completamente destruido, en este momento se cuenta ya con un cañón paralelo para poder entrar por la parte de atrás donde se cree está el resto de las víctimas. Lo único que falta es extraer el gas metano, cuyo volumen de concentración en la mina es muy alto.

El primer cuerpo, de Felipe de Jesús Rodríguez Reyna, fue rescatado el 23 de junio pasado. Cabe mencionar que a través de un comunicado oficial emitido esta madrugada, el presidente de IMMSA, Xavier García de Quevedo, expresó a nombre de la empresa respeto a los deudos, ratificó que la búsqueda ha sido larga, pero que mantienen su compromiso, seguir adelante “hasta donde sea humanamente posible”, subrayó.

Reconoció el enorme esfuerzo que hacen brigadistas, ingenieros, obreros y demás integrantes de las cuadrillas para tratar de localizar a las víctimas de la explosión del 19 de febrero de 2006.

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