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Inminente la canonización de Juan Diego

Roma reconocerá mañana un milagro atribuido al indígena mexicano; posteriormente, el Papa anunciará la fecha de la santificación; su casa en Cuautitlán está en el descuido
Ciudad del Vaticano | Miércoles 19 de diciembre de 2001 Jorge Gutiérrez Chávez/Corresponsal | El Universal11:47

Este jueves, ante la presencia del papa Juan Pablo II, se dará lectura al decreto médico-teológico que sancionará la validez de un milagro atribuido a Juan Diego y que casi asegura su futura santificación.

El padre Eduardo Sánchez, postulador de esta causa ante la Pontificia Congregación para la Causa de los Santos, dijo que a este acto seguirá el reconocimiento del milagro por parte del Papa.

El requisito fundamental para considerarlo santo fue el milagro en el que habría intercedido Juan Diego cuando el joven Juan José Barragán, de 20 años, intentó suicidarse al lanzarse de un tercer piso en el Distrito Federal.

Barragán resultó con fractura de cráneo, por lo que fue desahuciado por médicos. Sin embargo, a los 10 días sanó y salió por su propio pie del hospital. Juan Hernández, el médico que atendió el caso, dice que ello fue un milagro.

En Cuautitlán, México, la casa de Juan Diego y la ermita construida en su honor están en el abandono.

Mañana, reconocimiento oficial a milagro de Juan Diego

Todo está listo para la lectura del decreto médico-teológico que este jueves, ante la presencia del papa Juan Pablo II, sancionará la validez del milagro atribuido al beato Ioannes Didacus Cuauhtetoatzin , mejor conocido como Juan Diego, y casi asegurará la futura santidad del mensajero de la Virgen de Guadalupe ante las autoridades eclesiásticas coloniales.

Con la lectura del decreto de hecho, concluirá el polémico proceso de Juan Diego y a este solemne acto seguirá el expreso reconocimiento del milagro por parte del Papa, quien, en una fecha por determinar, anunciará la celebración de un consistorio en el que se hará pública su canonización y la fecha en la que será elevado al altar más alto de la Iglesia católica, al de los santos, dijo el padre Eduardo Chávez Sánchez, postulador de esta causa ante la Pontificia Congregación para la Causa de los Santos.

Durante la lectura del decreto, por parte del Episcopado Mexicano, además del padre Chávez, también estarán presentes el cardenal Norberto Rivera Carrera y monseñor Javier Lozano Barragán, exobispo de Zacatecas y hoy ministro de Salud del Vaticano.

"Mi presencia en Roma obedece al hecho de que el milagro de Juan Diego se realizó dentro de los límites de mi jurisdicción arzobispal", explicó Norberto Rivera, arzobispo primado de México.

Un aspecto que hace particularmente interesante la lectura de este decreto es que la canonización de Juan Diego, según un rumor muy insistente, podría tener lugar en la Basílica de Guadalupe.

Se comenta que aprovechando su próximo viaje a Toronto, Canadá, donde en julio próximo asistirá a la Jornada de la Juventud, el Papa podría también viajar a México, para celebrar la misa de canonización de Juan Diego. "Sería maravilloso que el año próximo el santo padre pueda santificar a Juan Diego en México, pero no tendría nada de malo si lo hiciera en la Basílica de San Pedro", comentó el postulador.

Lo importante es que haya sido incluido en la lectura que se hará este jueves, en el decreto que aprueba el milagro atribuido al hoy beato mexicano, el cual fue aprobado en mayo pasado por las comisiones médica y teológica, convalidando así lo sobrenatural del hecho atribuido a Juan Diego.

El pontífice firmará el decreto

El cardenal José Saraiva Martins, prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, en un solemne acto presidido por el pontífice, será el encargado de dar lectura al decreto y al término, como manda la tradición vaticana, Juan Pablo II lo firmará, con lo cual será oficialmente reconocido, por la Iglesia de Roma, el milagro atribuido al beato mexicano.

"El milagro de Juan Diego es tan perfecto que parece increíble", dijo el padre Eduardo Chávez, quien también señaló que el milagro no está referido por escrito, sino en forma oral, pero que existen documentos médicos que certifican lo sobrenatural del hecho y muchos otros, muy antiguos, en los que se demuestra la existencia del beato, lo ejemplar de su vida y la veneración como santo, de la que ha sido objeto desde hace siglos.

"Uno de los ejemplos más antiguos y documentados se remonta a 1573, cuando el papa Gregorio III concedió gracias e indulgencias plenarias a los fieles que visitaron la iglesia de la Bienaventurada Virgen María de Guadalupe, lo cual revalidó y prorrogó en 1576", se lee en uno de los documentos presentados ante la Congregación para la Causa de los Santos.

La historia de esta causa está estrechamente vinculada al llamado "Gran acontecimiento guadalupano, el encuentro de Santa María de Guadalupe con el humilde indio Juan Diego, en diciembre de 1531", dijo el postulador.

Juan Diego, ecordó, nació en torno a 1474 en Cuautitlán y murió en 1548; fue bautizado aproximadamente en 1524, por los primeros franciscanos llegados a nuestro país, y al momento de su encuentro con la Virgen era ya un hombre maduro, de unos 57 años de edad, viudo de la señora María Lucía, muerta dos años antes de las apariciones.

(Con información de Sergio Jiménez y Rebeca Jiménez)



 

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