En una votación dividida, el IFE ratificó este jueves su negativa a las solicitudes ciudadanas para acceder a las boletas electorales de la elección presidencial del pasado 2 de julio.

Con esta decisión, quienes están inconformes contarán con cuatro días para apelar ante el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Tres consejeros electorales de la Comisión del Consejo para la Transparencia del IFE privilegiaron las disposiciones electorales en el sentido de que el voto en secreto y la ley determina su destrucción inmediata tras la celebración de los comicios.

Dos consejeros más, en tanto, privilegiaron la los principios de la Ley Federal de Acceso a la Información Pública Gubernamental y consideraron que los votos electorales son documentos consultables una vez que concluyen los comicios federales, aunque pero no pudieron imponer sus criterios ante sus compañeros.

Estos dos consejeros se pronunciaban por la apertura total de la información de las boletas electorales.

Los consejeros a favor de la apertura total de las boletas son Andrés Albo y Teresa González.

Mientras, los consejeros por la secrecía son Arturo Sánchez, Marco Antonio Gómez Alcántar y Alejandra Latapí.

Mañana, en sesión extraordinaria, el Consejo General del IFE modificará un acuerdo inicial a fin de ampliar el plazo para la destrucción de las boletas electorales, una vez que concluyan o guarden estado los casos o juicios de aquellos ciudadanos que buscan acceder a las boletas del 2 de julio.

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