El presidente electo, Felipe Calderón Hinojosa, condenó los hechos de violencia ocurridos durante las primeras horas de este lunes en donde tres artefactos explosivos estallaron en el Tribunal Electoral, en un banco y en la sede nacional del PRI.

En un comunicado emitido hace unos minutos se señala:

“El recurrir o incitar a la violencia debe ser rechazado categóricamente por todos los mexicanos. Por ello, el Presidente Electo reitera su convicción de que toda demanda política o inconformidad social debe resolverse a través de los cauces institucionales y en pleno respeto a la legalidad”.

Hoy por la mañana la casa donde despacha Calderón Hinojosa en la colonia Insurgentes San Borja amaneció con seguridad especial pues se redobló la vigilancia y se incrementó el número de elementos que resguardan la zona.

Incluso, se dispuso de un número no determinad de granaderos de la policía del Distrito Federal quienes permanecen en la parte posterior de la casa de transición.

Además, la calle de San Francisco, donde se ubican las oficinas del presidente electo, fueron cerradas al tránsito vehicular y se colocaron vallas metálicas de banqueta a banqueta, de manera que sólo se puede transitar por la zona con el permiso de los elementos del Estado Mayor Presidencial (EMP) quienes vigilan la zona.

Las rejas, como las que protegen el frente de las oficinas, han sido fijadas con cadenas y candados, de manera que no puedan ser removidas. Los camiones con los granaderos se ubican a unos 100 metros del lugar.

A las tareas de vigilancia también se ha unido la Policía Federal Preventiva (PFP) la cual tiene estacionada una camioneta –la 09174- a unos 20 metros de distancia.

En las inmediaciones de la zona también caminan elementos de la PFP preparados con rifles de los que lanzan gases lacrimógenos.

En el comunicado se informa que el presidente electo Felipe Calderón “exige que se lleve a cabo la investigación correspondiente a fin de que se castigue a los responsables” de las explosiones de anoche.

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