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Rafael Guízar y Valencia (perfil)



Rafael Guízar y Valencia. (Foto: Especial )

Ciudad de México | Domingo 15 de octubre de 2006 Redacción ELUNIVERSAL.com.mx | El Universal07:19

Este 15 de octubre la Santa Sede canonizó al obispo de Veracruz, Rafael Guízar y Valencia, para convertirse en el santo número 30 de México.

Rafael Guízar y Valencia nació en Cotija, Michoacán, el 26 de abril de 1878. Sus padres, Prudencio Guízar González y Natividad Valencia de Guízar, tuvieron otros hijos más aunque se desconoce a ciencia cierta el número de éstos ya que unas páginas religiosas refieren entre cuatro y once hermanos, algunos de ellos también dedicados a actividades religiosas.

Sin embargo, se conoce que una de sus hermanas, María Guízar y Valencia, fue madre de Maura Degollado Guízar, de la cual nació Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo y del Movimiento de apostolado Regnum Christi.

En el año de 1890 inició sus estudios en el colegio de San Estanislao, regentado por los padres jesuitas, donde comenzaría a formarse su vida a la Iglesia y once años después, obtendría la ordenación sacerdotal en la catedral de Zamora, señala ACI Prensa.

Bajo el papado de León XIII, fue nombrado misionero apostólico. En los primeros años del México revolucionario, Guízar y Valencia prestó servicio religioso entre los soldados del Distrito Federal, Puebla y Morelos, motivo por el cual se inició una persecución en su contra y el inicio de una serie de ?destierros?, debido a su postura religiosa.

En agosto de 1919, un papa Benedicto, sólo que el XV, lo eligió como obispo de Veracruz y el 30 de noviembre del mismo año, recibió en La Habana, Cuba, la consagración episcopal, llegando a Veracruz el 3 de enero de 1920.

Durante la llamada guerra cristera en el sexenio de Plutarco Elías Calles, el prelado abandonó su diócesis en Jalapa y se refugió en Estados Unidos, Cuba, Guatemala y Colombia, y regresó al país en 1929, organizando nuevas misiones hasta su muerte en la ciudad de México, el 6 de junio de 1938.

Su cuerpo fue trasladado a la capital Jarocha, Jalapa y el 28 de mayo de 1950, su cadáver incorrupto fue exhumado a la catedral de esa ciudad. A la par, comenzó a esparcirse en México, Guatemala, Cuba, Colombia y el sur de los Estados Unidos, su fama de santidad, iniciando el proceso diócesaneo para elevarlo a santo.

Fue hasta 1992 cuando el vicepostulador Rafael González instruyó aceptar un milagro para iniciar el proceso de beatificación, el cual realizó el pontífice Juan Pablo II el 29 de enero de 1995.

En el sitio oficial de la causa de Rafael Guízar y Valencia detallan que en 2004 ?que para proceder a la Canonización se necesita otro milagro. Éste consiste en el nacimiento de un niño que a las 31 semanas de gestación se le detectó paladar hendido y labio leporino. El niño nació completamente sano. Todo consta en estudios de gabinete?.

Para 2005, en mayo y noviembre, las comisiones de médicos y teólogos, respectivamente, dieron su voto favorable para elevar a santo a Guízar y Valencia.

Es en este 2006 cuando el papa Benedicto XVI emitió el decreto Super Miro donde reconoce la autenticidad del milagro atribuido a Guisar y el 1 de julio, reunido en Consistorio, fijó la fecha de canonización para el 15 de octubre de 2006 en la Basílica de San Pedro, Roma, Italia.

Del padre Rafael Guízar, sus fieles recuerdan que "ganar almas para Dios" , era el gran reto de su vida además de predicar "un Obispo puede carecer de catedral, báculo o mitra, pero no de seminario".

goc/eca



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