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Vladimir Krámnik, el Quijote del ajedrez



Moscú | Viernes 13 de octubre de 2006 EFE | El Universal11:40

A los 10 años el ruso Vladimir Krámnik, que se proclamó hoy campeón mundial absoluto de ajedrez, ya era el mejor jugador de su ciudad natal, mientras a los 24 puso fin a la hegemonía de Gari Kaspárov.

?La victoria en un torneo es importante, pero la dignidad lo es más?, declaró Krámnik tras el escándalo que se desató por sus frecuentes visitas al baño y que estuvieron a punto de provocar la suspensión del torneo unificador.

Esa frase define el carácter quijotesco de este ruso, de 1.95 metros, que nació el 25 de junio de 1975 en la ciudad de Tuapsé, a orillas del Mar Negro.

Su padre, pintor de profesión, le enseñó a jugar a los 5 años, a los 7 ya había ganado su primer torneo y en 1991, a los 16 años, el niño prodigio convertido en un brillante adolescente ya había sido nombrado Gran Maestro.

En ese año, poco antes de la desintegración de la Unión Soviética, Kramnik se proclamó campeón mundial sub'16 en Guarapava (Brasil), después de haber sido segundo en 1989 y 90.

Posteriormente, como miembro del equipo ruso, obtuvo la medalla de oro en las Olimpiadas de Ajedrez de 1992 (Manila), 1994 (Moscú) y 1996 (Eriván).

En 1994 en Nueva York el maestro ruso logró su primer título individual profesional al adjudicarse un torneo internacional de partidas rápidas ?Grand Prix Intel?.

Su mayor victoria hasta ahora llegó en Londres en el año 2000, cuando batió a Kaspárov en un campeonato mundial oficioso que se disputó al mejor de quince partidas, con dos victorias para Krámnik y 13 tablas.

Krámnik había acabado con la hegemonía del, quizás, más grande ajedrecista de todos los tiempos y los especialistas se frotaban las manos ante la aparición del nuevo Anatoli Kárpov, el antiguo gran rival de Kaspárov.

Al igual que el retirado ajedrecista soviético, Krámnik es un genio de la defensa, un magnífico estratega en juego posicional y un erudito, lo que le convierte en un clásico producto de la escuela soviética.

?El ajedrez es pura matemática, eso es todo?, señaló recientemente.

En los años siguientes, los especialistas le echaron en cara su falta de ambición y el hecho de que se negara a poner en juego su trofeo frente a los mejores ajedrecistas del momento.

Pese a las críticas, en marzo de 2004 Krámnik ganó el XXI Torneo de Linares (España) , en el que participaron los mejores ajedrecistas del planeta, desde Kaspárov, a Peter Leko o Vesselín Topalov.

Finalmente, en octubre de 2004 Krámnik aceptó enfrentarse al húngaro Leko, con el que empató a siete puntos, lo que le permitió retener el título de campeón oficioso.

Después Krámnik declinó la invitación para participar en el Mundial de la Federación Internacional de Ajedrez (FIDE) en San Luis, Argentina, que a la postre se adjudicó el búlgaro Vesselín Topalov.

El ajedrecista ruso, que había logrado su última victoria en agosto de 2006 en el torneo de Dortmund (Alemania) , se proclamó hoy campeón del primer torneo unificado desde 1993 tras derrotar en el desempate a Topalov.

El búlgaro era considerado el gran favorito a la victoria pero Krámnik supo contrarrestar tanto su ofensivas como sus malas artes fuera del tablero.

Krámnik y Topalov parecen destinados a dominar el ajedrez del siglo XXI con el permiso del indio Annand y el húngaro Leko.

En esto torneo, Krámnik fue asesorado por Peter Svidler, Karsten Hensel y el español Miguel Illescas.

dm



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