El campamento que Marcelo Ebrard instaló como centro de operaciones sobre Paseo de la Reforma, comenzó a ser desmantelado.

Las ocho carpas que al inicio de la resistencia se colocaron frente a la Diana Cazadora y después se recorrieron a un costado, prácticamente se encuentran en el abandono.

Atrás quedaron las decenas de mujeres cocinando, los médicos, los artistas plásticos y los colaboradores cercanos, entrando y saliendo de las carpas.

Lo que era la cocina central que desde el 30 de julio repartió alrededor de 2 mil raciones de alimentos, prácticamente ha sido clausurada.

Sólo algunas parrillas y los aditamentos indispensables para cocinar se encuentran en el lugar.

Lo que fungió como centro de acopio, también ha comenzado a quedar vacío. Ahí, se encontraban decenas de latas de refresco almacenadas, garrafones de agua, cajas de jugos y diversos víveres; ayer, sólo había garrafones con agua.

Las cobijas que también estaban almacenadas y que se usaban para reforzar durante los días de frío, desaparecieron.

Lo que por varias semanas fue el dormitorio de Ebrard, donde había seis tiendas de campaña, ahora prácticamente está vacío y sólo queda una casa y algunas tarimas de madera.

Al inicio del campamento, se ubica otra carpa que por semanas se utilizó como auditorio y sala de juntas; ahora, tiene tablas de madera y algunas mesas.

Incluso, la limpieza del lugar es menos, la calle está repleta de hojas secas y en la zona se percibe un olor desagradable, debido a la cercanía de algunos sanitarios portátiles.

Colaboradores del equipo de Ebrard, explicaron que cada campamento comenzará a levantarse en el transcurso del 15 de septiembre para cumplir con el compromiso de dejar libre la circulación de Reforma al Ejército Mexicano que desfilará como es tradición el 16.

La constante en todos los campamentos de Reforma es la poca presencia de simpatizantes, sólo algunas personas que permanecen de guardia se encuentran en los distintos tramos, aunque por el momento nadie ha comenzado a preparar maletas ni alistar la mudanza.

Una vez que los perredistas dejen libre la zona de Reforma, avenida Juárez, Madero y el Zócalo, cuadrillas de limpieza del Gobierno capitalino comenzarán los trabajos para dejar todas esas zonas como se encontraban antes del 30 de julio, cuando se instaló el megaplantón.

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