Muere el matador Silverio Pérez
Fallece a los 90 años de edad, a las 04:30 horas de este sábado en su domicilio de Pentecostés, Texcoco, en el Estado de México
El matador Silverio Pérez nació el 20 de noviembre de 1915 en Pentecostés, Texcoco. (Foto: Archivo /EL UNIVERSAL )
Se fue la última gran leyenda de México, Silverio
Pérez, quien murió rodeado de la gente que más lo
quiso en vida: su familia.
El matador en el retiro falleció hoy alrededor de las
04:30 horas en su domicilio de Pentecostés, Texcoco,
en el Estado de México, a los 91 años de edad,
informaron hace unas horas fuentes familiares.
Pérez, quien así dejó de ser el decano de los toreros
en el mundo, se encontraba delicado de salud a últimas
fechas. Tras la fractura de fémur que sufrió el pasado
1 de agosto y por lo cual le colocaron una placa de
metal en la cadera del lado derecho, para que así
volviera a caminar; sufrió de neumonía a fines del mes
pasado, lo que desencadenó su final.
Pero el declive en su salud y sobre todo en su ánimo
vino tras la muerte de su esposa, María de la Paz
Domínguez, la famosa Pachis, quien falleció el 14 de
noviembre de 2005 y cuyas cenizas descansan en una
pequeña capilla en la casa que ambos habitaron en
Pentecostés.
La vida de Silverio es una de las leyendas más
hermosas de la historia nacional, pues fue tan
entrañablemente querido por la gente por su forma de
ser dentro y fuera del ruedo, que se ganó el mote de
Compadre.
Pérez, quien nació el 20 de junio de 1915 en
Pentecostés y cuyo cumpleaños sus padres acostumbraban
celebrar el 20 de noviembre, decidió hacerse torero
tras la muerte de su hermano, Armando Camelo Pérez,
quien falleció a los 22 años de edad.
Silverio recibió el cuerpo sin vida de su hermano en
el Puerto de Veracruz, luego que éste falleciera el 18
de octubre de 1931 en Madrid, tras sufrir una pulmonía
fulminante que se le desató tras la cornada que el
toro Michín de San Diego de los Padres le infiriera en
El Toreo de la Condesa el 17 de noviembre de 1929.
Ante el féretro de su hermano, Silverio prometió
hacerse torero, así lo hizo, y de qué forma. A la vera
del maestro Fermín Espinosa Armillita, fue que toreó
como sobresaliente y para 1935 se fue de aspirante a
España.
Tomó la alternativa en Puebla, el 6 de noviembre de
1938 de manos del maestro Fermín y ante el testimonio
de Paco Gorráez. Confirmó el 11 de diciembre de ese
mismo año en la Plaza El Toreo, de manos del mismo
Armillita y con el testimonio de Fermín Rivera.
En el año de 1939 tras inmortalizar al toro Pizpireto,
de La Punta, en El Toreo, subió al sitio de
indiscutible figura del toreo.
Para 1942 ya con el cariño de la afición ganado por su
sensible forma de jugarse la vida, bordó a los toros
Guitarrista de San Mateo, al toro Caraba de La Punta y
Cocotero, de Torrecilla.
La tarde cumbre de su toreo aconteció el 31 de enero
de 1943 durante la alternativa de Antonio Velázquez,
quien la tomó de manos del maestro Fermín Espinosa.
Esa tarde Silverio realizó un trasteo inmortal al toro
Tanguito de la ganadería de Pastejé, que ese día
debutó con sonoro éxito.
Tras la inauguración de la Plaza México el 5 de
febrero de 1946, el maestro Silverio consiguió el
primer rabo en la historia del máximo coso en la
segunda corrida, alternando con Manuel Rodríguez
Manolete. El nombre del toro al que cuajó, Barba Azul,
de Torrecilla.
Se despidió de los ruedos el 1 de marzo de 1953 en la
Monumental Plaza México, en tarde en que lidió toros
de San Diego de los Padres, la misma ganadería en
cuyos potreros nació Michín, aquel toro que cegó la
vida a su hermano.
De su toreo personalísimo, destacan para la posteridad
sus lances por chicuelinas, y con la muleta, nadie
como él para ejecutar el trincherazo y el toreo en
redondo, cuando su cadera se rompía para darle una
dimensión eterna a sus trazos.
En 1992 el Monarca del Trincherazo llevó los restos de
su hermano Camelo a la Basílica de Guadalupe, en donde
podrían descansar los suyos y los de su amada Pachis,
tal como lo manifestó hace unos días el maestro
Silverio, cuyos restos en estos momentos están siendo
velados en Pentecostés, Texcoco, y que por la tarde
serán cremados.
sgf/mgg




