El analista político Ricardo Alemán señaló que la izquierda convierte en víctima al presidente Vicente Fox al no dejarlo dar su informe presidencial, y que el Mandatario y el PAN aprovechan la intolerancia mostrada por el PRD.

Dijo que tras el ?no-informe? hay una serie de lecturas interesantes. En primer lugar la intolerancia de una parte del Congreso que es una regresión a los viejos tiempos de los regímenes prisitas.

?Hay que recordar septiembre del 88, cuando los legisladores del PRI impidieron la protesta de la oposición y se apoderaron de la tribuna para imponer al presidente?.

El analista afirmó que se vive un perredismo preocupante y que el que pierde es la izquierda, porque asume el rol de la vieja guardia del PRI y el Presidente y el PAN capitalizan esta intolerancia.

¿El Presidente cumplió?, se le preguntó.

- Yo creo que no sólo cumplió sino que jugó una estrategia; cada uno jugó su estrategia y la del PRD me parece fue una equivocación. Por parte del Presidente, simplemente actuó en función de la política y de la victimización que le ofrecieron en bandeja, el que lo convierte en víctima y en esa lógica desactiva a los perredistas.

Sobre el que López Obrador no haya ido a San Lázaro, Alemán dijo que fue un error, pues ?me parece que se ha equivocado y se volvió a equivocar, una de las bases de la democracia es que hay que escuchar lo que dice el adversario y no hacerlo es un error grave, estamos frente a un gran cobro de fracturas?.

El columnista de EL UNIVERSAL dijo que dar el informe por televisión es parte de la misma estrategia. "Los que querían ser los ganadores, adelantaron esa intolerancia de la que tanto se quejaron, y por lo que vimos parece que priva la intolerancia. En democracia debemos permitir que hablen los otros y estos personajes no nos dejaron escucharlos, es un signo ominoso de intolerancia".

Para terminar, comentó que seguramente hay que cuestionar al Presidente, seguramente es un fracaso, pero no puede la izquierda convertirse en aquellos que lo hagan martir, y en este caso, la izquierda se convierte en la mejor aliada de la derecha al convertir a la derecha en martir de la democracia.

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