Andrés Manuel López Obrador advirtió que si el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación "convalida la imposición" de Felipe Calderón como presidente de México, mantendrá la resistencia civil el tiempo que sea necesario y no sólo demandará el conteo uno a uno de los sufragios, sino que iniciará un movimiento para la transformación del país "de una manera o de otra".

Al acudir a las puertas del Tribunal a exigirles a sus siete magistrados de la Sala Superior que "levanten la mira" y "rectifiquen" la decisión que adoptaron el sábado pasado del recuento de 11 mil 839 casillas, el 9% del total instalado el 2 de julio, el perredista también acusó al presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Mariano Azuela, de dictar "línea" al Tribunal.

"Siempre las instituciones han estado sometidas al dinero y al poder. Hace dos días, cuando iba a resolver el Tribunal, salió el presidente de la Corte rompiendo todas las formalidades a hacer una declaración, precisamente el día que iba a resolver el Tribunal, diciendo que no se iban a permitir presiones, que se iba a aplicar la ley", expuso.

Entre gritos de "vendidos" y "culeros" de la gente, López Obrador aseguró que esta acción de Azuela fue "por lo menos imprudente, dando línea, respaldando la decisión que seguramente ya habían tomado los magistrados".

El perredista continuó su discurso, en el que no mencionó la disposición de la coalición a ir al conteo de 11 mil 839 casillas "bajo protesta". Entre la gente, un anciano cargaba lo más alto que podía un cartel en donde escribió: "Dejad que las urnas hablen para que las armas permanezcan en silencio".

López Obrador decía: "Si ellos (los magistrados del Tribunal, cuyas actividades no se perturbaron con el mitin celebrado a las 19:00 horas) convalidan la imposición, ¿qué va a suceder?", preguntó.

Sus simpatizantes corearon entonces "si no hay solución, habrá revolución", por lo que López Obrador continuó su idea.

"Vamos a mantener nuestro movimiento, va a mantenerse la resistencia civil pacífica el tiempo que sea necesario y ya no sólo va a ser el reclamo por el recuento de los votos, vamos a iniciar el movimiento para transformar a las instituciones de nuestro país".

Sostuvo que "no vamos a quedarnos con los brazos cruzados (y los obradoristas gritaron "¡noooooooo!") y que se oiga lejos: no vamos a permitir que siga triunfando el dinero sobre la moral y la dignidad de nuestro pueblo, ¡se acabó!".

Para ello "vamos a la transformación de nuestro país y eso se va a dar de una manera o de otra (a lo que sus simpatizantes replicaron con un "¡siiiiiiiiii!"), vamos a transformar esta realidad de injusticias y de opresión que tanto daño han hecho a nuestro país, vamos aunque no les guste a nuestros adversarios, vamos a purificar la vida pública, vamos a llevar a cabo una renovación tajante, una verdadera transformación, ¿estamos de acuerdo en eso?".

Y la gente replicó: "¡siiiiiiiiiiii!", en ese diálogo que mantiene el tabasqueño con quienes le siguen.

Al Tribunal incluso lo comparó con un ministerio público por su decisión de no contar todos los votos de la elección presidencial.

Al final, López Obrador sostuvo que México no merece un presidente espurio ni ilegítimo.

No estamos buscando contadores, sino jueces, reclamó Porfirio Muñoz Ledo, que ha transitado por el PRI, el foxismo, el PARM y ahora con López Obrador.

Las agresiones hacia los representantes de los medios de comunicación continuaron. Antes de que comenzara el mitin del perredista, alrededor de las 18:40 horas, un grupo de periodistas fue rodeado por simpatizantes de López Obrador, que reclamaban veracidad en la información.