Los planes de Madonna de crucificarse en el concierto del domingo enfurecieron a los líderes religiosos.

Durante el acto, parte de su gira mundial Confessions, la diva del pop de 47 años luce una corona de espinas mientras canta colgada de una cruz en el escenario, y la posibilidad de que repita la escena en el concierto programado para el fin de semana en el estadio Olímpico de Roma, a poco más de tres kilómetros del Vaticano, ha provocado denuncias por parte de funcionarios católicos.

?Crucificarse en la ciudad del Papa y los mártires es un acto de hostilidad?, dijo en todo de condena el cardenal Ersilio Tonini, según la edición del miércoles del diario La Stampa. ?Es un escándalo creado adrede por comerciantes astutos para atraer publicidad?.

Los líderes musulmanes y judíos también criticaron el acto.

?No es la primera vez que Madonna monta un acto como este. Lo deploramos. Creemos que es de mal gusto?, expresó Mario Scialoja, presidente de la Liga Mundial Musulmana en Italia.

?Expresamos nuestra solidaridad con el mundo católico?, manifestó por su parte Riccardo Pacifici, vocero de la comunidad judía en Roma. ?Es un acto irrespetuoso, y el hecho de presentarlo en Roma es aún peor?.

Un mensaje telefónico dirigido a la vocera de Madonna en Nueva York, Liz Rosenberg, no fue respondido de inmediato.

Los boletos para el concierto en Roma se vendieron rápidamente, reportó la agencia de noticias ANSA.

mvc