Andrés Manuel López Obrador encabezó una marcha de cientos de miles de simpatizantes que desbordaron las calles del centro de la Ciudad de México para exigir un recuento de cada voto emitido en los comicios del 2 de julio y que, a su juicio, permitiría constatar que ganó esa contienda y no su rival conservador.

``Vamos a iniciar, para defender la democracia, la resistencia civil pacífica'', dijo el abanderado del Partido de la Revolución Democrática (PRD) ante sus seguidores reunidos en el Zócalo, la principal plaza pública de la capital.

Simpatizantes y partidarios vestidos en su mayoría de amarillo, el color del PRD, caminaron varios kilómetros entre gritos de ``voto por voto, casilla por casilla'' y con pancartas a lo alto con leyendas de ``No al pin... (maldito) fraude''.

La policía capitalina, donde gobierna el PRD, afirmó que un millón 100 mil personas se manifestaron, lo que la haría la movilización más grande hecha en la Ciudad de México.

En una marcha contra la inseguridad realizada en el 2004, se calculó la participaron de unas 500 mil personas, hasta entonces una de las mayores.

López Obrador ha afirmado que se cometió un fraude para darle el triunfo a Felipe Calderón del Partido Acción Nacional (PAN), quien en el cómputo final hecho cuatro días después de los comicios obtuvo el primer lugar con una ventaja de 243 mil 934 sufragios ó 0.58 puntos porcentuales.

``Si después del recuento (López Obrador) perdió, entonces lo reconoceríamos'', afirmó Catalina González, una jubilada de 67 años, quien se movilizaba unos cientos de metros adelante del izquierdista acompañada de su hijo de 28 años.

El PRD, que compitió en las elecciones con una alianza de dos partidos denominada Coalición Por el Bien de Todos, impugnó los resultados de las elecciones en la que pidió al Tribunal Federal Electoral el recuento de cada uno de los 41.7 millones de votos que se emitieron.

El izquierdista afirmó el viernes que si se hace el recuento detendrá las movilizaciones sociales a las que ha convocado, incluso si el resultado no le favorece como ocurrió en el cómputo oficial.

El PAN también impugnó la elección con la intención de ampliar el margen de Calderón.

El futuro de la elección está en manos del tribunal que empezó el sábado el análisis y tiene que resolver las impugnaciones a más tardar el 31 de agosto para anunciar a un presidente electo no más allá del 6 de septiembre.

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