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Piden a Tribunal verificar conteo

Descartan que se declare la nulidad de la elección
Ciudad de México | Miércoles 12 de julio de 2006 Jorge Herrera, Carlos Avilés y Horacio Jiménez | El Universal

Ex magistrados electorales, politólogos y ex consejeros del IFE advierten fortaleza política y legal en el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) para calificar esta elección presidencial; aunque consideran que "por salud de la República" y para "legitimar al Presidente electo", debería, en el ámbito de sus facultades, verificar si se contaron correctamente esos votos depositados el 2 de julio pasado.

Descartan, en tanto, se actualice este 2006 la "causal abstracta de nulidad" aplicada en diciembre de 2000 para cancelar la elección de gobernador en Tabasco y que sentó jurisprudencias en 2004 ante posibles violaciones a los principios constitucionales de equidad y certeza electoral.

Aclaran que ese criterio, establecido por el TEPJF, no está previsto en la Constitución ni en leyes electorales y, aunque tampoco está prohibido, nadie, ni candidatos, partidos o alianzas la plantean. Consideran que en virtud de las dudas generadas luego del Conteo Rápido y el PREP del IFE, el TEPJF tiene la oportunidad de dar certeza y objetividad al proceso electoral, cerciorándose del conteo correcto de esos votos.

Ángel Rafael Díaz Ortiz fue magistrado presidente de la Sala Regional Toluca del Tribunal Electoral de 1996 a 2004 y recuerda, a seis años de distancia, que la calificación presidencial del año 2000 fue relativamente fácil: "Fue tersa. Se resolvió el 2 de agosto siguiente a los comicios. Solamente se presentaron dos recursos de impugnación, porque la diferencia de votación entre el primero y el segundo candidato presidencial era de alrededor de 6%".

Hoy, en 2006, Díaz Ortiz es consejero electoral del Instituto Electoral del Distrito Federal (IEDF) y reconoce que la escasa diferencia de votos (245 mil 934) entre los dos principales contendientes de los comicios presidenciales, Felipe Calderón Hinojosa (PAN) y Andrés Manuel López Obrador (coalición Por el Bien de Todos), implica que una lluvia de recursos de impugnación lleguen al TEPJF, pero señala: "La calificación de 2000 consolidó a las instituciones electorales en México, principalmente al Tribunal Electoral. Hoy no hay duda de que la elección presidencial es clara y transparente. No hubo fraude electoral en las casillas. Hoy hay leyes e instituciones sólidas para atender todas las impugnaciones que se presenten".

-¿Es posible recurrir a la causal abstracta de nulidad establecida por el TEPJF, responsable hoy de calificar la elección presidencial? -se le plantea al ex magistrado presidente de la Sala Regional Toluca.

-Es un criterio que sentó jurisprudencia en el año 2004, por el cual se anuló una elección estatal (Tabasco) y varias municipales, por irregularidades que rompieron con los principios constitucionales de equidad y certeza. La causal no está prevista en la Constitución, pero tampoco está prohibida. Pero los magistrados (siete) del TEPJF tienen las leyes, el oficio y la experiencia para resolver esta calificación presidencial.

Mauricio Merino Huerta fue consejero del Instituto Federal Electoral (IFE) de 1996 a 2003, y a él, junto con siete consejeros más, le correspondió organizar la elección del año 2000, cuando el PRI perdió la Presidencia de la República ante el panista Vicente Fox Quesada.

Hoy es académico del Centro de Investigaciones y Docencias Económicas (CIDE) y tiene un doctorado en Ciencias Política, y a su juicio, el Tribunal Electoral tiene un papel crucial en este 2006: "Verificar la legalidad de la elección presidencial del domingo 2 de julio pasado".

Dice que la diferencia tan pequeña en los resultados de la elección presidencial (0.58% entre el primero y el segundo candidato) hace válido el derecho del segundo lugar para impugnar los cómputos de los 300 Consejos Distritales, a fin de que "el TEPJF cuente voto por voto. (y) el TEPJF tiene esa atribución".

-¿Está blindado legal y políticamente el Tribunal Electoral para calificar la elección? -se preguntó al doctor Mauricio Merino.

-Sí, está blindado. Además tiene un reconocimiento público muy amplio. No tengo duda de que le va a dar certeza al resultado final de este proceso electoral.

Descarta cualquier escenario de nulidad de la elección presidencial, al asegurar que nadie pide que se actualice la causal abstracta de nulidad.

-¿A su juicio se deben volver a contar todos y cada uno de los votos presidenciales?

-Eso lo decide el TEPJF, pero sí, a mi juicio creo que sería muy saludable para el país. En virtud de las dudas que se generaron luego del titubeo del IFE tanto en los datos del conteo rápido como en los datos del PREP, que si bien no tienen ningún efecto legal, sí causaron confusión. Creo que el TEPJF tiene una oportunidad para darle toda la certeza y objetividad al proceso electoral. Si no contar todos, sí cerciorarse de que se contaron bien. Por la salud de la República y tranquilidad de los mexicanos, el Tribunal Electoral haría muy bien verificando la evidencia de manera directa y la evidencia son los votos.

José Antonio Crespo, politólogo, doctor en historia e investigador del Centro de Investigaciones y Docencia Económicas, propuesto en 2003 para el cargo de consejero electoral del IFE, coincide en la necesidad de que se cuenten todos los votos presidenciales para legitimar al próximo presidente de la República, pero también en que el Tribunal Electoral tiene toda la fortaleza política y legal para calificar la elección presidencial 2006.

"Hay que disipar las dudas"

"La calificación presidencial del año 2000 fue una prueba facilísima para el TEPJF, fue como pasar el kínder. Ahora, en este 2006, la calificación presidencial será para el TEPJF como su doctorado", comenta al plantear que no ve aplicada la causal abstracta de nulidad.

Lo que sí considera como una prioridad, y en ello comparte los criterios del doctor Merino Huerta, es la oportunidad del Tribunal Electoral para que se cuenten de nuevo todos los votos, casilla por casilla, para que no se deje lugar a duda sobre la legalidad de los comicios, sin importar que en el recuento de los sufragios la diferencia entre el primer y segundo lugar sea aún menor.

"Yo fui observador electoral en un distrito en la capital del país y pude constatar que se abrieron 60 paquetes electorales (paquetes con votos) y advertir que en 58 actas de votación había inconsistencias. qué pasaría si en cada una de las casillas instaladas en el país (130 mil 477 según el IFE) hubiera 2 votos mal contados", reflexiona. Al multiplicar el número de votos por las casillas instaladas, el resultado es 260 mil, 954 votos contados erróneamente.

La diferencia de votos entre los candidatos presidenciales Felipe Calderón Hinojosa (PAN) y Andrés Manuel López Obrador (coalición Por el Bien de Todos) es de 0.58%, es decir, 245 mil 934 sufragios. El primero obtuvo 15 millones 284 mil votos y el segundo 14 millones 756 mil 350 sufragios.



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