Con apenas 17 años y una veintena de goles, el delantero de Independiente Sergio Agüero se convirtió en el protagonista de la transferencia más cara en la historia del fútbol argentino al pasar al Atlético de Madrid a cambio de 28 millones de dólares.

Agüero superó la marca del también atacante Javier Saviola, que en 2001 fue transferido de River Plate al Barcelona de España por 25,8 millones de dólares.

Cuna inagotable de talentos, el fútbol argentino sigue exportando a sus mejores jugadores al mercado europeo, pero cada vez en edad más temprana. ``Las diferencias económicas hicieron imposible retener al jugador'', reconoció el presidente de Independiente, Julio Comparada, el martes en una conferencia de prensa que encabezó junto a Miguel Angel Gil Marín, delegado consejero del club español, para anunciar el pase.

Como Diego Maradona y tantos otros por estas latitudes, Agüero comenzó a deslumbrar de muy pequeño en las calles de tierra de un barrio humilde del sur de la provincia de Buenos Aires, donde vivía con sus padres y siete hermanos.

Fanático del dibujo animado japonés Pokemon, por el que se lo apoda el ``Kun'', uno de los personajes, debutó en Independiente con apenas 15 años en julio de 2003.

Demasiado talentoso para las categorías juveniles, pero con un físico todavía precoz para la exigente primera división _1,72 metros de altura y poco más de 70 kilogramos_, recién se consolidó como titular en la temporada 2004.

Suma 23 goles en 56 partidos.

Rápido, de gambeta endiablada, capaz de dejar sin cintura a su marcador, no tardó demasiado en cosechar elogios por doquier.

El experimentado entrenador César Luis Menotti, que lo dirigió el año pasado, lo comparó con Romario y hasta último momento el técnico del seleccionado argentino, José Pekerman, dudó en incluirlo en la lista de 23 jugadores para el Mundial de Alemania. Pesó más su inexperiencia, para tristeza de los hinchas.

Pero ese no fue obstáculo para que de a poco su nombre comenzara a sonar en Europa y atraer la atención, primero del Bayern Munich de Alemania y después del Atlético de Madrid, que terminó ganando la pulseada por una cifra también récord para ese club. ``Cuando debuté no entendía nada. Había imaginado que quizás llegaría, pero no tan rápido. Y de repente, me vi frente a Diego Maradona, como invitado a su programa (de televisión) . No sé, lo miraba y lo miraba, pero qué le podía decir yo'', dijo en una entrevista reciente con la revista El Gráfico.

Independiente, que como la mayoría de los equipos locales padece serios problemas económicos, nada pudo hacer para retenerlo.

Ya no tendrá a su estrella, pero con el dinero por el pase cancelará deudas, remodelará su estadio y contratará refuerzos, como anunció el club a través de un comunicado.

Los hinchas deberán conformarse con seguir sus diabluras por televisión y rezar para que la ``fábrica'' de jugadores pronto de a luz a un nuevo crack.