El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez insistieron en que el envío de 6 mil soldados norteamericanos a la frontera sur del vecino país no signifca una militarización de la zona.

Lo que vamos a hacer es utilizar los recursos necesarios para garantizar la seguridad en la frontera, dijo Bush en Washington.

El gobierno estadounidense anunció que los primeros efectivos llegarán a la frontera el mes próximo, con el objetivo de apoyar las labores que realiza la Patrulla Fronteriza.

En entrevista con EL UNIVERSAL, el canciller Derbez aseguró que los elementos estadounidenses que serán desplegados en la frontera son "personas del sector civil", aunque aceptó que han sido entrenados por el Pentágono e incluso han participado en el conflicto de Irak. "Responden al gobernador y no son parte del Ejército regular", mencionó.

Señaló que, a diferencia de Estados Unidos, México sí tiene tropas del Ejército regular en la frontera. "Esos sí que son soldados", expresó, aunque añadió que tampoco debe ser interpretado como militarización.

Advirtió que México acudirá ante los tribunales adecuados en caso de que los guardias desempeñen acciones que no le correspondan.

Fuentes oficiales de EU afirmaron que el secretario de la Defensa y el canciller mexicanos fueron informados con anticipación de la medida.

En la conversación, Derbez dijo que el secretario estadounidense Michael Chertoff informó al secretario de Gobernación, Carlos Abascal, y el Departamento de Estado norteamericano a él.

Según Jorge Bustamante, relator especial sobre derechos de los migrantes de la Organización de Naciones Unidas y ex presidente de El Colegio de la Frontera Norte, Bush trató de engañar al gobierno mexicano "utilizando un juego de palabras para desvirtuar la idea de que está militarizando la frontera con el envío de tropas".