El museo Ostalgie, dedicado a la vida diaria de la República Democrática Alemana (RDA), será inaugurado en junio próximo en Berlín, informaron hoy los responsables de la muestra.

El museo tendrá una superficie de 300 metros cuadrados y presentará más de cuatro mil obras en una exposición que pretende dar a conocer la vida diaria durante los años de la RDA (1949-1990), desde producciones televisivas hasta platos culinarios típicos.

Los objetos, por tanto, serán de la mayor variedad y originalidad, "desde el típico Trabant o la máquina de escribir Erika, hasta el rompehuevos", indicó el director de proyectos del museo, Robert Rueckel.

El Trabant o Trabi fue hasta la caída del Muro de Berlín el coche que se producía en la RDA de pequeñas dimensiones, destinado a la clase media, y por el que se esperaba hasta un año para recibirlo después de haberlo pagado.

El objetivo del museo es también, "tapar los huecos" que muchos alemanes tienen respecto a la vida diaria de la RDA. Por ejemplo, uno de los objetos expuestos, el Mufuti, una mesa multifunciones muy usual y para muchos desconocida, señaló el director de proyectos.

Rueckel, anunció que quieren abrir las puertas al público a principios de junio, antes de que empiecen los eventos deportivos en relación al Mundial de Futbol 2006 en todo el país.

La ubicación del museo será en el centro de la capital alemana, en la llamada, "Isla de los Museos", frente a la catedral y en el lugar donde en aquellos tiempos se encontraba el Hotel Palast.

Frente a ese inmueble se situaba el Palacio de la República, cuya demolición, tras tantos debates políticos, comenzó el pasado mes de febrero.

El museo quedará ligado a una simbología fuerte, ya que seguirá estando frente al lugar en el que se levantó el Palacio de la República, centro político del país durante 41 años.

El nombre que se le dio, 'Ostalgie', es un juego de palabras en alemán, ya que 'Nostalgie' significa nostalgia y 'Ost', es la palabra con la que se designa al este.

La exposición aún no está terminada y los organizadores buscan fotos, documentos privados, así como alimentos y señales de tráfico, que alguien pueda conservar todavía en Alemania.

Elementos de la vida pública, como butacas de cine, mesas de cafeterías o muebles de oficina de aquella época, son otros de los objetos que se aceptarían gratamente si los ciudadanos los quisieran donar al museo, dijo Rueckel.

Más información del museo en la página: ddr-museum.de.

vgt