Ante la tragedia de los mineros atrapados en la mina Pasta de Conchos, el sistema mexicano requiere de cambios estructurales que garanticen calidad de vida al trabajador, tanto en el ambiente laboral, como en el salario mínimo y en todos sus derechos, afirmó hoy el obispo de la diócesis de Saltillo, Raúl Vera López.

El prelado señaló lo anterior en una entrevista que concedió antes de celebrar una misa en este lugar, con los familiares de los 65 mineros.

"Se tiene que cambiar la cultura y la mentalidad de nuestra sociedad, así como de los empresarios, de esa idea de que todos los trabajadores son ciudadanos de segunda", dijo.

Vera López mencionó que esta situación de desigualdad ocurre en la calidad de vida de todos los trabajadores del país, donde los salarios mínimos comparados con los sueldos de los funcionarios son irrisorios.

"Esta mentalidad debe cambiar desde las mismas autoridades y no nada más nos tenemos que lamentar o prometer a futuro las perlas de la virgen", agregó.

El obispo cuestionó la situación que durante muchos años ha existido en esta región, donde las condiciones de la seguridad de las minas son revisadas por solo dos inspectores.

"Se acaba de revisar la mina y ocurre esto, ¿qué hicieron los inspectores?, ya nos imaginamos, llegaron a sentarse a las oficinas y nada más", apuntó.

Vera también criticó la postura del Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana: "El sindicato echa la culpa, pero ahorita habla muy machito, ¿pero qué hizo para que estos hermanos tuvieran seguridad, qué hizo para que los mineros tengan más garantías?".

Respecto a las diferencias que surgieron ayer entre el gobernador de Coahuila, Humberto Moreira Valdés, y los representantes de las autoridades federales, el obispo opinó: "Estas contradicciones son efectos de lo mal estructurado que estamos y al momento que estallan los problemas nos pasamos la bolita unos a otros".

dm