Juan Manuel Castillo Hernández, identificado por las autoridades como el presunto asesino del multihomicida Gerardo Reyes Uresti, utilizó un cincel y un martillo para romper los candados, hasta llegar a la celda donde se encontraba su víctima, en el Cereso 2 de Nuevo Laredo.

Al menos esa fue la explicación del Director de Ceresos en Tamaulipas, Horacio Sepúlveda Acosta, quien ofreció una rueda de prensa en las instalaciones del Complejo Estatal de Seguridad Pública, en Ciudad Victoria.

Poco antes de las 6:00 horas del domingo, Reyes Uresti fue ejecutado en el Cereso 2 de Nuevo Laredo, a 6 horas de que había ingresado a dicho reclusorio.

Ante los cuestionamientos del ¿porqué no se tomaron las previsiones necesarias al tratarse de un interno de alta peligrosidad?, Sepúlveda Acosta respondió que, ?nosotros lo recibimos como nos lo enviaron, le dimos el tratamiento que se les da en un penal de baja seguridad, como lo es el Dos de Nuevo Laredo, eso fue lo que hicimos?, señaló.

Y respecto a los acontecimientos sangrientos agregó:

?A nosotros se nos está prohibido permanecer dentro de los dormitorios o de los módulos armados, no podemos estar en contacto con ningún interno estando armado, además, las condiciones de visibilidad no eran directas desde la torre más cercana, de ahí podemos sacar más conclusiones?.

Respecto al trabajo que se realiza en los penales de Tamaulipas, Sepúlveda afirmó que ?se está haciendo poco más de lo que se puede? con el apoyo que se ha recibido del Gobierno.

A pesar de los hechos, el Director de Ceresos afirmó que continuará en el cargo hasta que el Secretario General de Gobierno, Antonio Martínez Torres y el Gobernador Eugenio Hernández Flores así lo decidan.

Fuentes de la Procuraduría General de Justicia revelaron que en torno a los hechos se investiga al Comandante en turno del Cereso 2, Enrique Gutiérrez; al Coordinador de Seguridad del Penal, Alejandro Velázquez García; al Cabo de Guardia, Rosa González; al subdirector y al Director, Guillermo Alarcón García.

cvtp/dm