Beibei, Jingjing, Huanhuan, Yingying y Nini presentadas hoy como mascotas oficiales de los Juegos de Pekín 2008, suceden en la relación de muñecos olímpicos a los griegos Athena y Fevos, y son el último eslabón de una cadena que inauguró en Múnich 72 el perro salchicha Waldi.
Las ciudades organizadoras de los Juegos optaron en una primera etapa por mascotas de corte tradicional, identificadas con las costumbres nacionales o los animales más populares en cada país, pero en Barcelona 92 se abrió una fase experimental en la que se intentó huir de lo que Javier Mariscal, diseñador de Cobi, denominó "la dictadura de la estética Walt Disney".
Además de representar la identidad del país organizador, lo que se busca ahora de manera preferente es un diseño fácil de vender, pues la mascota es uno de los objetos más comercializados durante los Juegos bajo todo tipo de formato.
Waldi, la mascota debutante en Múnich 72, era un perro salchicha pintado a rayas en colores pastel.
Cuatro años después, en Montreal, se eligió un castor negro llamado Amik, palabra que designa esa especie en una lengua india.
Misha, la mascota de Moscú 80, era un pequeño oso. Un programa de televisión y un diario hicieron una encuesta para decidir el animal y ganó la de un ilustrador de literatura infantil: un oso con un cinturón cuya hebilla representaba los aros olímpicos.
Para los Juegos de Los Angeles 84 se impuso un águila, símbolo nacional, diseñada por Walt Dusney bajo el nombre de Sam.
Un tigre fue la mascota de Seúl 88. Después de una encuesta popular se le bautizó con el nombre de Hodori: Ho significa tigre en coreano y 'dori' es un diminutivo masculino muy frecuente.
El perro Cobi de Barcelona 92 supuso una ruptura en el diseño de mascotas. La creación de Mariscal representaba un can de facciones asimétricas, dibujado en colores planos y trazos rectos, difícilmente tridimensionable.
Con el mismo afán de renovación, pero distinto resultado, los organizadores de Atlanta'96 crearon lo que los archivos del COI definen como "una figura amorfa y abstracta": un bicho de especie indefinida, cabezón y con ojos saltones, cuyo nombre reflejaba su indefinición. Se llamó Izzy adaptación de la expresión Whatizit (¿qué es esto?).
Los Juegos de Sydney 2000 tuvieron tres mascotas, representantes de la variada fauna nacional: Olly, un pájaro kookaburra; Syd, un ornitorrinco; y Millie, un erizo.
En Atenas se apostó por la versión moderna de una muñeca de terracota del siglo VII antes de Cristo, plasmada en las figuras de dos hermanos, Athena y Fivos.
En Pekín las mascotas serán cinco: la antorcha Huanhuan, el oso panda Jingjing, el pez Beibei, el antílope Yingying y la golondrina Nini, cada uno con los colores de los anillos olímpicos.
Los Juegos de Invierno también tienen sus mascotas desde Innsbruck 76 -aunque en Grenoble 68 se popularizó la no oficial Schuss-.
En los del próximo febrero en Turín los muñecos de la suerte serán la bola de nieve Neve y el cubito de hielo Gliz.
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