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Disputa panista `El pequeño priísta que llevan dentro`

La lucha por la candidatura presidencial ha transformado a Creel y a Calderón; Cárdenas, igual pero rezagado. Ponen en juego artes de la política, buenas, malas, claras y oscuras. A un lado, el bien común y la unidad
Domingo 23 de octubre de 2005 Fidel Samaniego R. | El Universal03:05

De una u otra forma. En mayor o en menor grado, pero el poder los ha cambiado. Buscan la candidatura a la Presidencia de la República, conocen ya el camino que lleva a Los Pinos, y al interior de la residencia oficial. Y en esa carrera, parecen haber dejado palabras como generosidad, bien común, unidad.

Eso lo reconocen no sin dolor, con preocupación varios de los militantes del Partido Acción Nacional. Voces que, acordes con sus nuevas circunstancias, al seguimiento de las formas piden que se guarden sus nombres. Platican: "Antes en realidad, se buscaba la candidatura con ánimo de dar testimonio de una lucha, por la democracia, de sacrificio, de defensa de los principios, de la ética política. Ahora se disputa el poder con todo lo que significa, y se ponen en juego artes de todo tipo, buenas y malas, claras y oscuras."

Los precandidatos, sus transformaciones, sus actitudes, sus expresiones. El antes tan cordial, tan correcto Santiago Creel Miranda, ha soltado en lo que va de la contienda frases como: "Gusanos de la misma guayaba", en referencia a Roberto Madrazo y a Andrés Manuel López Obrador. Pero bravo, hasta a los de casa ha atacado: "Ratas, ratitas y ratotas", dijo de quienes abandonan el barco, la causa. O "¿y su nieve de limón?" que envió como mensaje a su principal rival cuando le preguntaron sobre una eventual declinación.

Por su parte, Felipe Calderón Hinojosa, el de la hirviente sangre azul-panista, el que era conocido por su fuerte temperamento, por sus arranques de soberbia, aparece en público como un tipo sereno, moderado. Pero también lo ha hecho en privado. En una reunión en la casa de una de sus compañeras de partido, pidió, de frente, con humildad, que le perdonara una distinguida militante a quien empujado por su difícil carácter agravió con sus palabras. Disculpas ha pedido también a otras personas.

Alberto Cárdenas parece ser el mismo de siempre. Pero da igual, poco se toman en cuenta sus manifestaciones, sus actos, se ha quedado rezagado en el proceso.

"Si continuó, si no declinó después de su segunda derrota fue porque no quería dejar libre la plaza que tanto le importa, Jalisco. Allá tiene su disputa personal con el gobernador Francisco Ramírez Acuña, tan partidario de Felipe. La elección interna de este domingo será un referéndum de cara a los comicios que vienen, los de la gubernatura", comentó uno de los hombres más cercanos al ex mandatario estatal y ex titular de la Semarnat.

En la segunda de las elecciones parciales, hace tres semanas, los panistas sacaron el que uno de ellos dijo alguna vez es "el pequeño priísta que todos llevamos dentro".

A la sede nacional de su partido, a diversos teléfonos móviles llegaron varias llamadas, filtraciones, acusaciones. Unos hablaban de las irregularidades en Yucatán, a cargo de calderonistas; otros, de las trampas en Veracruz, obra de los creelianos. Se comenzó a hablar de "el cochinero", y se sigue mencionando ese lapidario término.

Contendientes, rivales. En los equipos de los dos principales, los más enconados, hay personajes de los llamados "duros" y de los "concertadores".

Seguidores de Creel y de Calderón tuvieron contactos, hablaron, sin negociar, de "llevar la fiesta en paz", de no lanzar declaraciones en los medios que provocaran más tensión. Hablaron. Manifestaron buenas intenciones. En eso quedaron.

Y así, entrampados en esa lucha, transformados, llegan a la tercera ronda de elecciones por la candidatura a la Presidencia de la República.

Después, casi seguramente pondrán sus cartas en la mesa, y se hablará de reparto de posiciones, de parcelas. Y en Los Pinos habrá uno o varios encuentros, privadísimos.

Y es que la lucha ya no es por el honor, está en disputa el poder. Ya lo probaron. Ya conocen la ruta a Los Pinos, ya saben como es por dentro la residencia oficial... y todo lo que eso implica.



 

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