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Cumplirá la Alameda Central 413 años

Odena el virrey Don Luis de Velasco su construcción el 11 de enero de 1592 como sitio de esparcimiento y ornato; con el tiempo sirvió como escenario de duelos amorosos o fuente de inspiración de artistas
Ciudad de México | Lunes 10 de enero de 2005 Notimex | El Universal17:18

Considerada el primer jardín y paseo de esta ciudad, la Alameda Central cumple mañana 413 años de haber sido concebida por el entonces virrey Don Luis de Velasco, como sitio de esparcimiento y ornato, que con el tiempo sirvió como escenario de duelos amorosos o fuente de inspiración de artistas.

Enclavada entre las avenidas Juárez e Hidalgo, del centro de la capital mexicana, el emblemático espacio, de 80 mil metros cuadrados, ha sido desde entonces testigo mudo de grandes acontecimientos que han transformado la vida del país y marcado la diferencia entre el México de ayer y el de hoy.

Fue el 11 de enero de 1592, cuando el virrey Don Luis de Velasco ordenó su construcción de esta área, que incluiría una fuente y árboles, y que al norte colindaba con la antigua calzada de Tlacopan, considerado un importante acceso desde la época prehispánica.

Hacia el sur limitaba con el templo y convento de Corpus Christi, asignado sólo para indias nobles y caciques. Al poniente con la plazuela de San Diego y al oriente con la de Santa Isabel.

Su objetivo era muy específico: convertirse en un lugar de paseo y espacimiento para las familias que habitaban la ciudad de México.

Los historiadores señalan que a principios del siglo XVII, La Alameda ya era un lugar de paseo muy conocido aunque sólo destinado a determinadas élites, quienes transitaban la zona a caballo, a pie, e incluso en coche.

"Veánse ordinariamente cerca de dos mil coches llenos de hidalgos, de damas y gente acomodada del pueblo. Los hidalgos acuden por ver a las damas, unos servidos de una docena esclavos africanos y otros con un séquito menor...", dice el viajero irlandés Tomás Gage en 1625.

Empero, no sólo sirvió de paseo para ricos, pues a lo largo de los años ha atestiguado sinnúmero de acontecimientos, según refiere un artículo de la revista "Centro Guía para caminantes".

En 1821, al consumarse la Independencia de México, sin planearlo, habitantes del Distrito Federal se reúnen en este sitio para celebrar el hecho, tal como ahora ocurre en El Angel de la Independencia, ubicado sobre Paseo de la Reforma.

Luego, refiere el texto, tras la entrada triunfal del general Antonio López de Santa Anna a esta ciudad, en 1846, éste mandó llenar las fuentes con ponche para que la gente bebiera hasta hartarse. Otro hecho de esta naturaleza es un gran banquete público en honor del entonces presidente Benito Juárez.

En 1899, la Alameda fue escenario del atentado sufrido por el ex presidente Porfirio Díaz, cuando un militar de apellido Arroyo, le disparó con su pistola, sin que lograra su objetivo.

También ha registrado hechos conmovedores, como los terremotos de 1985 y sus secuelas, como el derrumbe de varios edificios aledaños, entre los que destacan los hoteles Regis y Del Prado, el cual albergaba el famoso mural de Diego Rivera "Sueño de una tarde dominical en la Alameda", que da cuenta de la historia de este lugar.

Pero no sólo el terremoto ocasionó cambios en el lugar, ya que desde hace 400 años ha sufrido diversas modificaciones, algunas de ellas sólo por el antojo de algunos de la gente en el poder, como las que realizó la emperatriz Carlota, durante el Segundo Imperio, cuando manda colocar césped y rosales para embellecerla.

No obstante, podría decirse que es en 1771 cuando se realiza la primera remodelación a la Alameda, ésta ordenada por el virrey Carlos Francisco de Croix, cuyos trabajos concluyeron en el periodo de Antonio María de Bucareli y Ursúa.

Fue en ese tiempo cuando el tamaño de sitio se duplicó al que ahora ocupa y se adicionaron cuatro fuentes con esculturas de personajes mitológicos (Hércules, Tritón, Arión y Ganímedes), en las esquinas del parque, mismas que se cree fueron removidas entre 1853 y 1856.

Uno de los cambios más importantes vino en 1872 cuando la zona, que albergaba ya una extensa flora como fresnos, sauces, álamos, ailes, zompantles, sabinos y olivos, se alumbró a base de mecheros de gas, que 20 años después fueron sustituídos por luz eléctrica.

La Alameda, un paseo fuera del estruendoso tráfico del Primer Cuadro de la ciudad, es además un museo al aire libre que alberga imponentes esculturas de mármol y bronce, que dan cuenta del arte de los siglos XIX y XX.

Entre las piezas más significativas está el Hemiciclo a Juárez, hecho de mármol blanco, en estilo neoclásico, inaugurado en 1910, en las fiestas del Centenario de la Independencia; así como las Fuentes de Mercurio (Juan Bolonia), Neptuno y Tritones (W. Durbay), de las Américas (Valdosine) y de Venus (Mathain Moreau).

El Gladiador, hecho en bronce; el monumento a Beethoven, que fue regalo de la colonia alemana residente en México, en ocasión del Centenario de la Novena Sinfonía del músico, y la escultura La Paz, hecha en un árbol muerto, y que es un hombre con un cinturón en forma de estrella, en cuya base hay una inscripción que reza: Josué 87.

La remodelación más reciente se llevó a cabo el 29 de mayo del 2003 y según información del gobierno capitalino, en esta etapa se llevaron a cabo labores de restauración, limpieza y restitución de monumentos, fuentes y esculturas, entre otros.

La Alameda del futuro, que ya comenzó, prevé la construcción de un conjunto habitacional y comercial que pretende elevar la calidad de vida de la zona con edificios que den servicios de conserjería, alfombrados, con alberca y gimnasios, que lo convertirán en un lugar de élite.

De acuerdo con Ana Lilia Cepeda de León, directora general del Fideicomiso del Centro Histórico de la ciudad de México, dicho jardín se constituirá como el puente entre el Paseo de la Reforma y el Centro Histórico.

Actualmente, alrededor del parque urbano se ha iniciado la construcción de la Plaza Juárez, la cual estará asentada entre la avenida Juárez y las calles de Dolores, José María Marroquí, Independencia y Luis Moya, donde está asentado un barrio chino.

sgf/vgt



 

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