Todavía sonaban los cañones y las pasiones despertadas por la Revolución aún no hallaban punto de reposo, cuando un entusiasta y visionario periodista, Félix Fulgencio Palavicini, se lanzaba a la aventura de fundar un periódico que tuviera como meta principal colaborar en la consolidación del nuevo régimen que surgía del movimiento armado.

Es así que luego de mucho batallar logra hacerse de una rotativa que había pertenecido a la Compañía Editorial Católica. Era una máquina Goss de cuatro pisos, en la que se había impreso el diario ?El País?, a principios de siglo. Finalmente instala la redacción y talleres en el edificio ?Gambrinus?, ubicado en la esquina de Madero y Motolinia, en el centro de la capital.

El arranque de EL UNIVERSAL, el 1° de octubre de 1916, es casi coincidente con la puesta en marcha del Congreso Constituyente, del que Palavicini formaba parte. De esta manera, la vida del periódico quedó íntimamente ligada a la defensa de los ideales emanados de nuestra Carta Magna. Bajo el lema ?Diario Político de la Mañana?.

EL UNIVERSAL se propone fortalecer la reconstrucción económica, social y jurídica del país con base en un ideario concreto: rehabilitación de la autoridad civil ante las excesivas pretensiones de los generales revolucionarios victoriosos, antirreeleccionismo, estricto cumplimiento de las garantías constitucionales, libertad de expresión e igualdad jurídica de la mujer.

Los profesionales de EL UNIVERSAL

En sus ocho páginas, EL UNIVERSAL buscó también el equilibrio entre su abundante información política y el resto de las actividades sociales, por lo que se hizo de un excelente cuadro de profesionales del periodismo que echaron a andar distintas secciones: como el semanario cultural ?El Latinoamericano? la plana ?Los Lunes Deportivos?, fundada por Freay Kempis; en la sección internacional los servicios cablegráficos eran los mejores de la época, ya que recibía la mayor cantidad de palabras de las agencias, lo que le permitía ofrecer la información más completa sobre la guerra en Europa, que e enriquecía además con las crónicas del corresponsal José D. Frías.

Ante la competencia , y dentro de un estilo comercial que le ganara más lectores, el diario comenzó a patrocinar concursos, de entre los que destacan el de ?La India Bonita?, ?La Obrera más simpática? y el concurso de música, en donde se dio a conocer y premió a la popular ?Canción Mixteca?.

Paralelamente se funda EL UNIVERSAL ILUSTRADO, revista semanal que apoyaba la divulgación de la cultura y los espectáculos teatrales con las divas del momento (María Conesa, Lupe Rivas Cacho, María Teresa Montoya, Esperanza Iris, etc), así como los momentos estelares del cine mudo.

En la década de los veinte EL UNIVERSAL había cambiado su redacción a la calle de Bucareli y los talleres a la de Iturbide. En el terreno editorial se extendía la publicación de EL UNIVERSAL TAURINO Y EL UNIVERSAL Gráfico (vespertino fundado en febrero de 1922).

En lo político, el sistema se consolidaba de tal manera que muchos de los principios que inicialmente había sido estandartes morales de EL UNIVERSAL quedaban rezagados frente a las exigencias presentes.

Así pues, el diario abandonó su posición estrictamente constitucionalista, para vigilar los intereses colectivos.

Había ya un mayor número de matices en la opinión pública a quienes abordar.

El Gran Diario de México

Por ello, el 1° de agosto de 1920, EL UNIVERSAL deja de ser ?El Diario Político de la Mañana?, para convertirse en ?El Diario Popular de la Mañana?. Aunque poco duraría ese lema, ya que en enero de 1921 adopta el que hasta nuestros días conserva: ?El Gran Diario de México?. En octubre de ese año la imagen corporativa de la empresa quedó representada por el tradicional símbolo de un águila cargando un mundo.

EL UNIVERSAL también fomentó las primeras participaciones de la mujer en el periodismo, con la publicación de las colaboraciones de María Luisa Ross.

El 6 de noviembre de 1921 aparece la primera sección cómica: ?Aventuras del papá de Pancholín?, y la sección gráfica de rotograbado.

Pero llegó el momento en que Félix F. Palavicini se hallaba en pleno corazón del debate político, y se encontró ante la disyuntiva de consagrarse por entero a la política o al periodismo.

Tomó su decisión, y el 14 de abril de 1923 asume las riendas del periódico don Miguel Lanz Duret, como gerente, y José Gómez Ugarte en la dirección.

Sin embargo, los cambios administrativos no minaron la pujanza del diario, que el 23 de abril del mismo año de 1923 se aventura a fundar una estación de radio: la C.Y.L., estación radiofónica de ?El Buen Tono? -pionera en el país-, comenzó a transmitir patrocinada por EL UNIVERSAL.

La guerra cristera

El 4 de febrero de 1926 unas declaraciones del arzobispo Mora y del Río, en las que en nombre de la Iglesia desconocía los artículos tercero, quinto, veintisiete y ciento treinta constitucionales, fueron la gota que derramó el vaso de la persecución religiosa por parte del gobierno y, prácticamente, el detonador de las tensiones que dieron origen a la guerra cristera.

En los treinta el periódico al mismo tiempo informa y se asombra con los adelantos sociales y tecnológicos que se sucedían: las modas, los artistas de Hollywood y la incipiente aviación con sus héroes: Lindbergh, Amelia Erdhart, Sidar y Rovirosa.

Siguió paso a paso la guerra civil española y apoyó las históricas jornadas nacionalistas del cardenismo: expropiación petrolera y consolidación del sistema corporativo al interior del Partido de la Revolución Mexicana, así como del presidencialismo como eje político fundamental.

Le tocó dar cuenta también del estallamiento de la mayor conflagración bélica de nuestro siglo.

Las primeras fotografías de agencia

La segunda guerra tuvo una destacada cobertura, tanta, que el 12 de diciembre de 1941 EL UNIVERSAL publica, por primera vez en México, fotografías enviadas desde Europa por hilo telegráfico, gracias al telerreceptor ACME con que contaba. Las fotos venían directamente del campo de batalla.

El 19 de agosto, por ejemplo, el periódico se anota el gran éxito con la exclusiva todo en la que se ve a Churchill y Satalin reunidos.

Para estas fechas, el diario había instituido concursos para premiar a ciudadanos destacados, y había establecido una de sus más exitosas inciativas: el Concurso Nacional de Carica- turas.

En él se presentaron los trabajos de toda una generación de humoristas, a pesar de que el diario contaba con un excelente dibujante de planta: don Andrés Audiffred.

En los cincuenta el mundo está inmerso en la guerra fría encabezada por las dos potencias resultantes de la conflagración mundial.

La guerra de Corea y la muerte de Stalin se vuelven elementos claves para entender el desarrollo de la política internacional.

Por estos tiempos, el diario también instituye los concursos de oratoria, de donde salen triunfadores muchachos que con los años serían personajes de la alta política como Adolfo López Mateos (que llegaría a ser presidente de la república) y Porfirio Muñoz Ledo por señalar sólo a algunos.

El prestigio de EL UNIVERSAL había cruzado las fronteras, y el 2 de mayo de 1953 la Universidad de Missouri le concede el premio ?María Moors Cabott? que se otorga alas instituciones cuya labor promueva la unión de las naciones del continente americano.

Más historia...el Vostok 6

Es también la época en que fructifican los vuelos espaciales con la llegada del hombre a la luna.

EL UNIVERSAL, por su parte, dio en exclusiva la noticia de la primer mujer puesta en órbita el 17 de junio de 1963; se trataba de Valentina Tereshkova y viajaba en el ?Vostok 6?. Estalla el conflicto de Vietnam. Los movimientos independentistas estaban a la orden del día, haciendo tambalear los antiguos feudos coloniales de África, América y Asia.

Eran tiempos en los que todavía se miraba con reserva a los gobiernos de Fidel Castro y Mao Tse Tung. Un cambio radical de costumbres, cultura y moral, al compás de la música de los Beatles, defina a la época.

Colaboradores como Julián Carrillo, Salvador Azuela, Rubén Salazar Mallén, el caricaturista Carlos Acosta, ?CAR?, continuaban con la tradición de dar brillo a EL UNIVERSAL.

Desde finales de los sesenta y con gran fuerza en los setenta, ya bajo la dirección del licenciado Juan Francisco Ealy Ortiz, el diario, siempre en ascenso reafirma su vocación independiente y su ánimo de perfección para ofrecer el mejor servicio a sus lectores.

Por ello en 1976, y con las presencia del presidente Luis Echeverría, se inauguran las instalaciones de Iturbide 7, sede de uno delos más modernos edificios destinados al periodismo así como las nuevas rotativas Harris Cotrell 1650.

En los actuales y computarizados ochenta, el ser testigo nuevamente de los cambios sociales es característica pricipalísima del periódico.

La pluralidad de su plana editorial

No obstante, en lo político se avanza. El régimen comprende la evolución de los tiempos y se pone al día permitiendo una apertura al reconocer a partidos políticos de oposición, otorgándoles registro oficial y posiciones en la Cámara de Diputados.

EL UNIVERSAL es sensible a este panorama y lo registra en sus páginas. La dinámica de la vida social es interpretada en cada una de sus secciones, las que independientemente son líderes en su área.

La economía y la política se siguen detenidamente, se relatan y comentan.

En febrero de 1987, el Presidente De la Madrid inaugura el nuevo edificio administrativo de Bucareli, que refleja en sí mismo la línea ascendente de EL UNIVERSAL heredada de Félix. F. Palavicini.

El final de los años ochenta fue de logros para ?El Gran Diario de México?. Uno de ellos, tecnológico, fue el celebrado el 25 de septiembre de 1989, cuando el presidente Carlos Salinas de Gortari puso en marcha la rotativa ?Félix F. Palavicini?, ubicada en el edificio de Iturbide 11, que había sido remodelado para dar albergue a prensas, pero también a un anexo de la Redacción.

En enero de 1990, EL UNIVERSAL, confiado en el poder y penetración de su mensaje, decide certificar su circulación a través de la Certified Audit of Circulations, Inc., con sede en Wayne, Nueva Jersey, Estados Unidos.

El auditaje del primer trimestre de ese año arrojó que el diario tenía una circulación pagada en promedio de 108,441 ejemplares diarios y los domingos un promedio de 107,903 ejemplares.

El periódico siguió cercano a los acontecimientos que marcaron la historia del país. Es así que, fiel a su política editorial de proporcionar a los lectores el análisis de la noticia y no sólo un recuento de acontecimientos, organizó en marzo de 1992 un simposio internacional sobre el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica, en el que funcionarios y empresarios debatieron sobre el futuro de la economía nacional, ligada al destino de nuestros poderosos vecinos del norte.

Y es en ese mismo año y mes que esta casa editorial reinaugura su edificio de Bucareli 12, la que en su momento fue calificada como La Catedral de la Prensa, respetando su fachada original, pero con un moderno complejo de oficinas en su interior.

1994, la pesadilla

Un par de años más tarde EL UNIVERSAL es testigo de hechos que conmocionan a la nación: desde el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Chiapas, hasta el asesinato del candidato del PRI a la Presidencia, Luis Donaldo Colosio, y del secretario general de ese partido, José Francisco Ruiz Massieu, pasando por la puesta en marcha del TLC.

Ese año significó un reto para los informadores, y el periódico cumplió con creces, informando veraz y oportunamente de las horas difíciles que vivía la nación. Para estar a la altura del desafío, el licenciado Juan Francisco Ealy inauguró el sistema de comunicación satelital del periódico, que puso en contacto instantáneo al diario con sus oficinas regionales en provincia.

Es en este periodo en el que el diario alcanza una nueva etapa de renovación de forma y fondo, que son congruentes con el camino ascendente del diario desde su fundación. Tras varios meses de trabajo, el 30 de septiembre de 1999 EL UNIVERSAL estrenó diseño, cabezal, logotipo y lema.

El ahora llamado ?El Gran Diario Independiente de México?, llevó el color a su primera plana, y ofreció a sus lectores un diseño de páginas interiores más moderno y práctico, fiel a la característica del nuevo lector del diario, con mayor necesidad informativa pero con menos tiempo para digerirla.

De entonces a la fecha, EL UNIVERSAL no ha perdido detalle de todo lo que pasa en México y el mundo.

El ideal del fundador Félix F. Palavicini no sólo logró consolidarse, sino que pasó el cambio de siglo sin ningún problema y más fuerte que nunca.

Hoy el periódico cuenta con la capacidad de respuesta suficiente para cubrir cualquier evento, en todo rincón del planeta, casi de manera simultánea a su realización.

Se ha enriquecido con productos informativos que son al mismo tiempo una garantía de éxito comercial, como el ?diario El M?, que circula en las instalaciones del Sistema de Transporte Colectivo todas las mañanas de manera gratuita; la revista semanal ?Día Siete?, que es el mejor semanario del país en su género; la revista ?Por fin!?, que da cuenta de lo que hay por hacer en materia de entretenimiento en la ciudad de México. Y los proyectos siguen y siguen.

En suma, que EL UNIVERSAL, sigue siendo, como desde hace 85 años, fuente de lectura imprescindible para quien desee estar bien informado en estos tiempos que viajan a vertiginosa velocidad.

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