Centernares de personas se congregaron hoy en la Bas�lica de Guadalupe para celebrar el primer a�o de la canonizaci�n, por parte del papa Juan Pablo II, del primer santo ind�gena americano de la iglesia cat�lica.

Asimismo, el mismo d�a, una investigadora de la Biblioteca Nacional de Historia y Antropolog�a en M�xico dijo que existen pruebas acad�micas que demuestran su existencia.

Algunas personas han puesto en duda la existencia de Juan Diego, de quien la iglesia se�ala que se le apareci� una Virgen Mar�a de piel oscura en 1531.

Cerca del lugar de la supuesta aparici�n, en una monta�a al norte de la capital, se irgui� un templo para honrar a la virgen de Guadalupe. En el lugar a�n se exhibe la capa de Juan Diego, donde est� la estampada la cara de la supuesta virgen.

No obstante el santuario en su honor, ubicado en Lindavista y el museo en Cuautitl�n, carecen de fondos para operar y han quedado en el olvido.

En un comunicado de prensa divulgado este jueves, la investigadora Asunci�n Garc�a Samper dijo que entre las pruebas hay un testamento firmado por Juan Diego en el que hace alusi�n a sus propiedades y a tres de sus hijos.

Existen documentos que demuestran el desarrollo hist�rico y la existencia real de esta persona, dijo Garc�a.

No obstante, Garc�a se�al� que Juan Diego no era, tal y como lo describe la leyenda, un hombre humilde, sino un rico terrateniente ind�gena.

Los hallazgos de la investigadora refuerzan las evidencias halladas por los investigadores de la iglesia, cuyas pruebas contribuyeron a que el Sumo Pont�fice lo canonizara justamente hace un a�o, el 31 de julio, en la bas�lica de Guadalupe.

Este jueves, cientos de personas acudieron a la Bas�lica para honrar al ind�gena. Algunos besaron el suelo mientras entraban al templo sacro, mientras otros se arrodillaban. La congregaci�n rez� durante la misa de aniversario.

El cardenal Norberto Rivera se�al� que Juan Diego es "el acontecimiento guadalupano", que "vino a convertirse en el puente de union entre la cultura india y la cultura espa�ola".

Durante su viaje a M�xico el a�o pasado, el Papa pidi� mayor respeto por los ind�genas, que son v�ctimas de la pobreza y la discriminaci�n en todo el continente americano.