La Reina Madre de Reino Unido festejó hoy su cumpleaños 101 entre el afecto de miles de ciudadanos de la corona que llegaron a Clarence House, en Londres, y luego la vitorearon en el palacio de Buckingham.

La madre de la reina Isabel II ratificó este sábado el cariño de su pueblo al sobreporse a una hospitalización por fatiga tras las altas teperaturas que vive Londres, y a una transfusión para combatir su anemia, y celebrar en público su natalicio.

La BBC de Londres recordó que uno de los capítulos que generó la arraigada admiración y respeto hacia la reina madre fue la negativa suya y de su esposo, el rey Jorge VI, a dejar el palacio de Buckingham en la segunda guerra mundial a pesar del bombardeo nazi.

La pareja real se convirtió así en un símbolo de la resistencia británica a la expansión cruenta del nacional socialismo encarnado por Adolfo Hitler.

En los festejos de este sábado pudo estar presente el príncipe Carlos, llegado directo del hospital donde pasó la noche en observación luego que se cayó de un caballo este viernes, informó el vocero del palacio de Buckingham, Patrick Harrison.

La Reina Madre recibió a sus fanáticos a las puertas de Clarence House, donde apareció sin bastón, mientras la banda de los Guardias Granaderos entonaba música festiva.

El ambiente festivo sufrió aquí un momento de suspenso cuando la centenaria dama sufrió un traspiés, que no tuvo mayores consecuencias, y pudo seguir recibiendo ramos de flores, cartas, globos, y hasta aceptar una copa de champaña.

Luego subió a un pequeño vehículo eléctrico en que sin mayores cubiertas más que un toldo, se acercó a la gente y los medios pudieron captar su única y breve declaración "Me siento muy bien".

Al medio día hizo una segunda aparación a la que se sumaron el príncipe Carlos y sus hijos Guillermo y Harry.

La celebración culminó con un almuerzo de la familia real en el que estuvieron presentes entre otros la reina Isabel así como los duques de Edimburgo y de York.