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Camilla duda mientras Carlos analiza la petición de matrimonio

Señalan fuentes cercanas a la compañera sentimental del príncipe que ésta analiza si deja su tranquila vida social para ser el centro de atención británico
Londres, Gran Bretaña | Lunes 17 de febrero de 2003 EFE | El Universal15:05

Tras años de relación, Camilla Parker Bowles, compañera sentimental de Carlos de Inglaterra, duda si casarse con el heredero al trono británico, quien lo tiene más claro que nunca y quiere pedir permiso a su madre, la reina Isabel II, según publica hoy el diario The Times.

El príncipe de Gales, que hace cuatro días asistió a una cena privada con la Reina en el palacio de Buckingham, trata de buscar el "coraje" necesario para pedir autorización a la Soberana y cumplir su sueño, señala el diario.

Pero de acuerdo con las fuentes consultadas por el periódico, aún cuándo Isabel II autorizara el matrimonio, Carlos tendría que convencer también a la propia Camilla, quien no tiene muy clara la necesidad de pasar por el altar.

Camilla, divorciada de Andrew Parker Bowles desde hace unos años, es feliz con su vida actual, más o menos discreta y repartida entre su mansión de Wiltshire, al sureste de Inglaterra, y el londinense palacio de Saint James, residencia oficial del príncipe Carlos.

En caso de un enlace matrimonial, la novia del hijo mayor de la Reina teme, inevitablemente, convertirse en el centro de una mayor atención pública, una circunstancia que le obligaría a cambiar su estilo de vida.

Camilla -afirma el diario- se muestra dubitativa, pese a que el pueblo británico ve bien que sea la esposa de Carlos, pero sin el título de Reina, según reflejan casi todos los sondeos de opinión publicados en este país.

En virtud de la Ley de Matrimonios Reales de 1772, si el príncipe de Gales desea casarse, necesita la aprobación de la Reina, quien, hasta el año pasado, siempre mantuvo distancias con Camilla.

Por el momento, el príncipe de Gales ya ha superado el obstáculo religioso, pues la Iglesia anglicana decidió el pasado verano autorizar las bodas de divorciados en determinados casos.

Ahora, Carlos de Inglaterra sólo tiene que convencer a su madre y arrancar el "sí quiero" a la indecisa Camilla.



 

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