Autoridades de Nevada solicitarán la pena de muerte para dos migrantes mexicanos acusados de haber asesinado a una mujer en ese estado por encargo de la ex amante de la víctima, informó una fuente diplomática.

Berenice Rendón, cónsul de México en Las Vegas, Nevada, dijo vía telefónica que fiscales de esa entidad han expresado su deseo de buscar ese castigo para Luis Barroso de 24 años y Obad Marroquín de 27 años, ambos de nacionalidad mexicana.

La diplomática añadió que el consulado a su cargo asistirá a los dos connacionales para garantizar que cuenten con representación legal adecuada durante el juicio en su contra, el cual iniciará próximamente en esa entidad.

La defensa de Barroso presentó en fecha reciente, en representación de su cliente, documentos ante el tribunal a cargo de estudiar el caso, en los que se argumentan que padece de retraso mental.

Los dos migrantes son acusados de haber sido contratados como sicarios por otra mexicana, identificada como Luz Marcela Villanueva Soto (31 años) alias, Marcela Whaley, quien se encuentra detenida en México a petición de autoridades estadunidenses.

Nevada solicitó, asimismo, al gobierno mexicano en fecha reciente, a través del Departamento de Estado, que autorice la extradición de Villanueva a esa entidad, bajo la promesa de que no se buscará la pena capital o prisión perpetua para ella.

Leyes mexicanas no prevén castigos inusuales, incluyendo pena de muerte, salvo en situaciones excepcionales, ni prisión vitalicia. Las máximas condenas de privación de libertad contempladas son de 50 años.

La Suprema Corte de Justicia de México emitió un dictamen el año pasado en el que prohibió la extradición de mexicanos y extranjeros a otros países donde pueden ser condenados a la pena capital o a prisión perpetua, a menos que se garantice que no se les impondrán esos castigos.

La fiscalía asegura que Villanueva ofreció tres mil dólares y tener relaciones sexuales con Barroso y Marroquín a cambio de que violaran y asesinaran a Tzatzi Sánchez, de 27 años de edad y ex amante de Marcela, quien residió en Nevada varios años.

Al parecer el crimen tuvo motivos "pasionales", porque Sánchez fue amante de Villanueva, pero la abandonó para irse a vivir con otra mujer con la que la acusada mantuvo una relación de pareja por seis años.

Los presuntos sicarios penetraron y robaron la casa de la víctima en Las Vegas en enero 2001. Tras amarrar a dos hombres que vivían también en el inmueble, Barroso procedió a violar y a estrangular a Sánchez, según la fiscalía.