Vecinos de la familia Narezo Loyola, asesinados el pasado 16 de noviembre en una colonia de la delegación Tlalpan, están temerosos por la llegada a su domicilio de la familia de Orlando Magaña Dorantes, presunto culpable de este múltiple homicidio.

Los entrevistados, quienes prefirieron el anonimato por miedo a represalias, dijeron que Jorge Magaña, ex comandante de la desaparecida Policía Judicial Federal, es una persona "muy violenta", y cuando está ebrio es más prepotente, pues amedrenta disparando su arma al aire, sin importarle la tranquilidad de los vecinos.

De acuerdo con la averiguación previa 23/01137/95-06, Jorge Magaña fue denunciado el 26 de junio 1995 por Jesús Haces García, por el delito de amenazas, que se ocasionó por un problema que sostuviera con Orlando Magaña, quien en ese tiempo contaba con 16 años de edad.

En su declaración, Haces García mencionó que a su domicilio arribó el padre del joven Orlando, dicho señor "traía fajada un arma de fuego y se acreditaba como comandante de la Policía Judicial, sin especificar de qué procuraduría".

"Sin mediar palabras, dicha persona le dijo al de la voz (Haces García), que no se volviera a meterse con su hijo porque lo mataría", se establece en dicha acta.

Asimismo, después de proferir una serie de injurias, le indicó que si pasaba por la calle de su casa sacaría una ametralladora y lo mataría.

Por lo anterior, Haces García acudió ante el Ministerio Público de la 23 agencia investigadora, en la delegación Tlalpan, a levantar una denuncia por el delito de amenazas de muerte y lo que resulte.

A su vez, el afectado acudió a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) y ante la Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo, a prsentar las respectivas denuncias en contra de Jorge Magaña, ya que esta persona en ese tiempo era funcionario público.

Cabe recordar que luego del múltiple asesinato de la familia Narezo Loyola, en donde presuntamente se vio involucrado Orlando Magaña Dorantes, la familia de éste abandonó su domicilio localizado en la calle de Cuitláhuac 178, de la citada colonia, pero ahora ya están de regreso.