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Las líneas telefónicas, expuestas a intervención clandestina, dicen

El Universal
Domingo 22 de julio de 2001
Ese riesgo latente genera creciente venta de equipo de contraespionaje, coinciden especialistas universitarios, detectives y directivos de empresas que lo comercializan

En México todos estamos expuestos al espionaje telefónico. Basta que alguien se "cuelgue" de una línea de teléfono para escuchar conversaciones privadas de temas familiares, laborales, de enamorados y, en ocasiones, asuntos de importancia política, empresarial y comercial, coinciden expertos de la UNAM, detectives privados y directivos de empresas que venden productos para detectar esa práctica ilegal.

A pesar de que Teléfonos de México (Telmex) ha recibido en el año 70 denuncias de presunto espionaje, las líneas telefónicas están expuestas a la intervención clandestina pues en general recorren más de 10 kilómetros a través de postes, empalmes, registros y conexiones exteriores al alcance de escuchas ávidos de obtener información, sobre todo de quienes por su poder político, económico y social los hace víctimas propicias de esta actividad.

La difusión de actos de espionaje telefónico como el detectado en el estado de México hace un par de semanas, crea paranoia entre las personas y se da un incremento en la venta de aparatos para detectar intervenciones, asegura Heliodoro Aquino, asesor en comunicación de la empresa Suxel, distribuidor del aparato Alert-a-Tel, que ofrece a la venta para proteger líneas telefónicas de posibles intervenciones a un precio accesible de 2 mil pesos.

Por su parte, el doctor Eduardo Muriel Melero, criminólogo con 40 años de experiencia, especializado en intervenciones telefónicas y detección de micrófonos, asegura que en el país la intervención telefónica puede darse de una manera sencilla, por las facilidades que existen en las instalaciones telefónicas exteriores.

Sin embargo, explica que hay otro tipo de espionaje realizado con equipo de alta tecnología que no es fácil de detectar con aparatos convencionales, proveniente en su mayoría de Estados Unidos, donde son adquiridos con facilidad. "En México es difícil encontrar este tipo de tiendas, pero las hay. Existe reserva entre quienes ofrecen estos equipos de contraespionaje, a pesar de que su venta no es ilegal."



Tecnología al servicio del espía

"La comunicación es muy abierta, está expuesta, sobre todo por las señales de radio que emiten los teléfonos y que se encuentran en el aire. Quien desee tomarlas y tenga la tecnología, puede obtener la información que busca con facilidad", afirman los ingenieros en electrónica de la UNAM, Roberto Macías Pérez y Eduardo Ramírez Sánchez.

Los catedráticos universitarios, quienes han colaborado en casos de intervención telefónica, como la denunciada por el primer presidente de la Comisión Nacional de derechos Humanos (CND), Jorge Carpizo, explican que las tecnológicas utilizadas para el hacer espionaje telefónico son diversas, desde "colgarse" a una línea o caja, hasta "sembrar" algún aparato directamente en una oficina, lo que es más difícil porque hay que tener acceso al lugar.

Explican que existen otras formas de hacer intervenciones telefónicas en las que no es necesario conectarse directamente a la línea sino que a través de unos aparatos llamados "inductores" en electrónica. "Al conectarlos inducen una corriente que es similar a la que se genera en la línea telefónica por la voz, y es enviada por un sistema de radio a otro lugar donde es ampliada". La tecnología dependerá de a quién se quiere escuchar, agregan los catedráticos de la UNAM con más de 20 años de experiencia docente en la Facultad de Ingeniería, y ponen como ejemplo el caso de espionaje de Watergate en Estados Unidos, que al final provocó la renuncia del entonces presidente Richard Nixon.

"Es un ejemplo clásico donde se utilizó una tecnología muy mala; los que hicieron ese espionaje realmente no sabían."



?Orejas? y ?pájaros en el alambre?

Añaden que si se trata de una organización bien preparada, utilizará dispositivos de alta tecnología, de difícil ubicación, pero si se trata de gente común y corriente que se cuelga de la línea y empieza a escuchar es más sencillo ubicarla.

Lo que es rudimentario es fácil de detectar, pero quien usa alta tecnología es difícil ubicarlo por lo que también se necesita alta tecnología, como la que utilizan los cuerpos policiacos, resaltan. Entrevistados en sus oficinas del campus universitario, explican que el espionaje telefónico es muy sencillo de hacer, ya sea conectándose de manera directa a la línea, central cajas telefónicas, intervenciones que se dan en el exterior de un domicilio. Este tipo de intervención se pueden detectar cuando se localiza una resistencia que altera la línea telefónica.

Añaden que otra forma de realizar espionaje es a través de micrófonos o pequeños hologramas electrónicos, pero en este caso se necesita tener acceso a la oficina o a la casa, o al lugar donde se quiera realizar la intervención. Esta forma de espionaje no es a través del teléfono sino que son colocados aparatos planos que se pegan en la parte posterior de un teléfono, y percibe los campos eléctricos producidos cuando estamos hablando y que son enviados y amplificados en otro sitio.

Refieren que existen otros aparatos para espiar como los micrófonos de alta ganancia de tipo parabólico, que puede ser colocado a 50 metros de una casa y detecta las pequeñas vibraciones en los cristales, las amplifica y con eso pueden escuchar sin necesidad de intervenir el teléfono.

Los ingenieros universitarios aseguran que los teléfonos celulares son más fáciles de intervenir, pues sólo se necesita un scanner (rastreador) que capta la señal y la decodifica.

--Cuándo empiezan a conocerse casos de espionaje, ¿se genera psicosis en la gente?

--Sí, aunque se espía a gente que tiene algo importante que decir para otras personas. Hay diferentes intereses y niveles, pero finalmente la gente debe tener confianza ya que no puede contratar una línea telefónica y decir no la uso ?afirma Roberto Macías.

Y recuerda que la comunicación esta basada en un sistema de confianza, pues entre la sociedad debe existir un mínimo de ésta. "La gente no puede ser tan paranoica y decir que no va a hablar por teléfono porque se den a conocer este tipo de casos, el teléfono es para comunicarse y uno se comunica por esos aparatos con la confianza del mundo". Sin embargo, no tiene la menor duda en recomendar que si hay algo importante que decir, no se diga por teléfono, ya que "con un poco de conocimiento, cualquiera puede intervenir llamadas telefónicas".



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