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WASHINGTON.— El crecimiento del espionaje cibernético obliga a los países afectados a regular la importación de este tipo de tecnología, y transparentar su uso para proteger a los ciudadanos contra la creciente amenaza de la “infiltración” a través de internet, coincidieron expertos en ciberespionaje y especialistas en el área de inteligencia.

Señalaron que México tendría que elevar su nivel de preparación ante la práctica de espionaje como la que denunció The Guardian esta semana contra su embajada en Estados Unidos. Indicaron que a pesar de que la embajada de México en Estados Unidos, ya había adoptado medidas para evitar el espionaje —como un barrido electrónico de las instalaciones dos veces al año, o prohibir la celebración de reuniones importantes con teléfonos celulares en el mismo salón—, el gobierno de México y el Cisen deben adoptar medidas más estrictas.

“México aún está por detrás en su curva de aprendizaje. Necesita adoptar protocolos como los que ya utilizan la CIA o el Pentágono que no permiten el ingreso de personas con teléfonos celulares o discos portátiles de memoria”, señalaron. Tras la revelación de programas y softwares maliciosos como FinFisher, DaVinci o PlaceRider, que permiten el espionaje de instituciones o personas de interés a través de internet o mediante teléfonos celulares, los expertos advirtieron a EL UNIVERSAL que la facilidad con la que distintos grupos o entidades “infiltran” a los ciudadanos mediante el envío de un simple correo electrónico o publicidad engañosa, obliga a los gobiernos a elevar las medidas de seguridad.

Los gobiernos deben “tener una supervisión constante de este tipo de programas de vigilancia y transparentar su uso”, aseguró Morgan Barquis Boire, responsable del informe Sólo para sus ojos; la comercialización del espionaje digital, que puso al descubierto el alcance del espionaje realizado a través del programa FinFisher en países como México.

Para la profesora Jean Camp, experta en las vulnerabilidades de la red de internet en la Escuela de Informática y Tecnología de la Universidad de Indiana, el crecimiento de programas o software de espionaje, obliga a los gobiernos a mejorar sus sistemas de monitoreo para evitar el espionaje de carácter político, industrial o criminal.