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Un radar militar marcó la señal de una aeronave ingresando al espacio aéreo mexicano de manera clandestina, el Gulfstream avanzaba ignorando que había sido detectado, y sólo se percató de ello hasta que una aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana (FAM) lo interceptó y mantuvo bajo presión hasta que el piloto del jet, con cuatro toneladas de cocaína a bordo, prefirió estrellar el avión a ser detenido la madrugada del 24 de septiembre de 2007 en Mérida.

Ese día, las aeronaves de la FAM informaban al mundo que no eran ajenas a los retos de la seguridad del espacio aéreo de México, y que no dudarían en evitar que ingresaran aeronaves clandestinamente al país, de acuerdo con oficiales mexicanos involucrados en el incidente que fueron consultados por este medio.

Desde que iniciaron las operaciones contra el crimen organizado, la FAM se integró a través de acciones aeroterrestres que se realizan de manera precisa y coordinada en apoyo a las fuerzas de seguridad pública, y ahora, en su 98 aniversario, enlista nuevos proyectos, como el de reforzar su equipo y flota, indica información de la FAM.

Con cerca de 30 mil miembros, 441 aviones y 117 helicópteros, la FAM tiene entre su agenda mantener su modernización, la construcción del nuevo Colegio del Aire, en Jalisco, así como participar en ejercicios de seguridad hemisférica junto con otras naciones.

Actualmente, con algunas aeronaves nuevas, con mujeres en sus filas, con entrenamientos que les permiten enfrentar al crimen organizado y al mismo tiempo prestar auxilio en casos de desastres naturales o humanos, la FAM celebrará su día en un evento que será presidido por el presidente Enrique Peña Nieto como jefe de las Fuerzas Armadas, en la base aérea de Santa Lucía, donde se prevé un desayuno y una exhibición.

Lejos de los reflectores, los miembros de la FAM participan en la lucha permanente contra el narcotráfico, combaten incendios forestales y realizan misiones de apoyo con el transporte de víveres, medicinas, desalojo de heridos y damnificados con la aplicación del Plan DNIII, además de participar en misiones de ayuda humanitaria en otros países, indica la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).

En los últimos siete años ha habido un significativo aumento del material de vuelo, tanto helicópteros como aviones, que se ha proporcionado a la FAM: aeronaves nuevas, de última tecnología, que permiten cumplir las misiones con mayor eficiencia y seguridad, menciona.

Proyecto de adquisiciones

Como parte de la actualización de la flota de la FAM, en el año fiscal 2013 la Sedena adquirirá aviones Casa 295, helicópteros EC-725, y mediante arrendamiento cuatro radares tridimensionales de largo alcance, con un costo total de 2 mil 829 millones 148 mil 907 pesos.

Para 2013 se consideraron 307.8 millones de pesos, de un total de 2 mil 100 millones de pesos, para el reemplazo de aviones PC-7 de la Escuela Militar de Aplicación Aerotáctica, y mediante arrendamiento se proyecta la integración de seis helicópteros EC-725 para operaciones de alto impacto, con un costo de 359.5 millones de pesos.

Con las nuevas aeronaves, la Fuerza Aérea mejorará el transporte de tropas, traslado de víveres, evacuación de heridos y adiestramiento, con lo que se prevé aumentar la eficiencia y eficacia en el cumplimiento de las misiones, como ocurre actualmente con los T6, aviones de entrenamiento táctico que fueron presentados el 13 de septiembre de 2012 en el Heroico Colegio Militar y en el desfile del 16 de septiembre.

Pero para este año también se proyecta la construcción del nuevo Colegio del Aire, en Jalisco, que permitirá duplicar la cantidad de alumnos en las escuelas militares, y que se prevé será de las dimensiones del Heroico Colegio Militar de la Ciudad de México.

El jet Gulfstream que interceptó el Embraer de la FAM aquel 24 septiembre de 2007, quedó completamente destruido en Tixkokob, cerca de Mérida, pero los 132 bultos de cocaína no llegaron a su destino. Ahora, para la FAM ese incidente es un tema incluido por los profesores en sus clases del Colegio del Aire.