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SAN JOSÉ.— Cargamentos de cocaína producidos en Colombia y trasladados a Costa Rica por tierra, aire y mar, vía Panamá, fueron reenviados desde suelo costarricense en los últimos años a sitios tan lejanos como China, Irán, Libia, Sudáfrica, Letonia y Tonga, en un total de 39 destinos de América, Europa, Asia, África y Oceanía con los que operan cárteles mexicanos y colombianos del narcotráfico internacional desde este país.

La información, registrada en un documento de la Policía de Control de Drogas (PCD) del Ministerio de Seguridad Pública de Costa Rica del que EL UNIVERSAL tiene copia, desnudó la profunda penetración de las narcomafias de México y Colombia en este país y sus ramificaciones mundiales.

En este contexto, un informe de Seguridad Pública emitido ayer reveló que la PCD y la Fuerza Pública —policía civil de este país sin ejército desde el año de 1948— casi duplicaron los decomisos de cocaína de 9.2 toneladas en 2011 a 15.5 toneladas en 2012.

Autopista continental

En los últimos años, Costa Rica fue convertida por narcotraficantes en “bodega” para almacenar droga enviada desde Colombia para su posterior reexportación a México y Estados Unidos, y en eslabón clave del contrabando de cocaína desde el sur de Centroamérica por tierra, aire y mar.

“Las estructuras narcotraficantes son muy complejas llegan a los cinco continentes”, explicó uno de los jerarcas de la PCD a este periódico. Por seguridad, la PCD mantiene bajo reserva la identidad de las fuentes antidrogas costarricenses.

“Hay cada vez más cantidad de droga y los mercados son muy atractivos por los riesgos de cubrir rutas tan largas, como los mercados de Europa, Asia, Oceanía y África”, agregó, al explicar que el factor peligro incrementa aceleradamente los costos de transportar drogas hacia esas regiones del mundo.

“Pero la zona centroamericana sigue siendo una de las grandes autopistas” del narcotráfico, por sus corredores marítimos en el Océano Pacífico y el Mar Caribe y múltiples pasos terrestres y trillos aéreos, recalcó.

Aunque los cárteles de México, como los de Sinaloa, La Familia Michoacana y del Golfo son los más activos en Costa Rica, existen indicios de la penetración de otras narcomafias de ese país, como Los Zetas, en un proceso acelerado por el hecho de que, desde hace más de 10 años, los mexicanos asumieron misiones que antes ejecutaban los colombianos y crearon en Centroamérica un andamiaje para traficar droga.

De mayo de 2010, cuando comenzó el gobierno de la presidenta costarricense, Laura Chinchilla, a ayer, el monto total decomisado es de 26.8 toneladas de cocaína, agregó. “Costa Rica es el segundo país con más incautaciones del área, después de Panamá”, explicó el viceministro costarricense de Seguridad Pública, Celso Gamboa.

Un total de 109 organizaciones fueron desarticuladas en 2012, de las que 97 eran de contrabando local de estupefacientes y 12 de tráfico internacional. En este año fueron desmembrados 20 narcofamilias, según el recuento.