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“México enfrenta situaciones muy difíciles en relación con la seguridad pero, sin importar el tamaño del reto, siempre debe actuarse con respeto a los derechos humanos”, dijo Stavros Lambrinidis, representante especial de la Unión Europea (UE) para los derechos humanos.

Confió en que, conforme se desarrollen las capacidades en México para combatir la inseguridad, podrá retirarse el Ejército de las calles, medida que debe ser temporal y no permanente, y con ello abordar el problema desde una estrategia “más tradicional”.

Aseguró que la UE tiene amplia disposición para ayudar a México en cualquier situación, de manera especial en la protección de periodistas y defensores de derechos humanos, tema en el que ya tienen proyectos para el apoyo de la sociedad civil mexicana.

“Espero que la nueva administración esté receptiva en este tema”, dijo el experto en conferencia de prensa, acompañado del subsecretario para Asuntos Multilaterales y Derechos Humanos de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Juan Manuel Gómez Robledo, con quien copresidió el “Tercer diálogo de alto nivel sobre derechos Humanos México-UE”, en la Cancillería mexicana.

Lambrinidis indicó que el tema de la tortura es un eje fundamental para la UE: “Estamos conscientes de que México sigue enfrentando retos en este sentido y estamos convencidos de la voluntad del gobierno de eliminar estas prácticas”.

Amnistía Internacional (AI) denunció hace una semana la responsabilidad de México en casos de tortura en los que están involucrados militares y policías.

Lambrinidis dijo que trabajan con autoridades mexicanas para aplicar, del “mejor modo posible”, el Protocolo de Estambul, un manual para la investigación y documentación de la tortura y otros tratos crueles, inhumanos o degradantes.

En tanto, Gómez Robledo afirmó que el gobierno de Felipe Calderón ha hecho de la promoción de los derechos humanos a nivel internacional y nacional una prioridad, de manera especial en el andamiaje jurídico institucional, “avances sin precedentes en la historia reciente”. No obstante, reconoció que aún hay grandes desafíos.