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El papa Benedicto XVI no viene para incidir en la decisión política que se dé en el marco de las elecciones del próximo 1 de julio, ni tiene programado un encuentro personal con los aspirantes a la Presidencia de la República; tampoco viene a decirle a los políticos lo que tienen que hacer, dijo el nuncio apostólico Christophe Pierre.

“Su visita tiene otros objetivos, que tienen que ver con la fe de los católicos mexicanos, con vivir su calor humano, sus valores, cultura y dar un mensaje de fe y esperanza ante la violencia, pobreza y el problema migratorio”, dijo en entrevista, y luego en conferencia de prensa.

Ante medios de comunicación, el representante del Vaticano informó que Benedicto XVI hablará con el presidente Felipe Calderón sobre temas que preocupan en el país, como la violencia, la pobreza, educación y valores, pero abordados desde la fe.

Comentó que el Papa estará con la Virgen de Guadalupe a través de más de 100 réplicas de la imagen original del Tepeyac, que bendecirá al pie del Cristo Rey, en el Parque Bicentenario de Silao, mismas que se llevarán a las 91 diócesis del país, y otras a naciones de América Latina que estarán representadas por obispos que asistirán a un encuentro con el pontífice en la Catedral de León.

En entrevista, Pierre insistió en que Benedicto XVI estará en Guanajuato para “vivir una fiesta mexicana”, consciente y conocedor de la realidad del país.

—¿Hay preocupación en el Vaticano por la situación de violencia en México? —se le preguntó al prelado.

—El Papa viene a visitar un país con todo lo que este vive. Está muy atento a los grandes sufrimientos de este pueblo, como la pobreza de muchos y la violencia. No viene a involucrarse en los asuntos políticos o electorales, porque este es un proceso normal del país. Siempre hay elecciones y cambios. El Papa respeta en este contexto a los políticos

—¿Cuál es el objetivo de su viaje?

—Encontrarse con los mexicanos en una visita de la que esperamos una experiencia religiosa de una persona diferente a Juan Pablo II, con un carisma diferente que el pueblo católico de esta nación no conoce, como lo hizo con Juan Pablo II (...) Espero que descubran a un hombre que tiene una experiencia personal de Cristo, y que lo vean los mexicanos con todo el calor humano y profunda religiosidad que los caracteriza.

—¿Qué otros temas se espera que aborde?

—Sé muy bien que en México como en todo el mundo hay una nueva ola de secularización; es decir, la tentación de alejarse de Dios. Pensar que podemos construir un mundo sin Dios. Hay que tener cuidado con la secularización.

—¿Hay preocupación por aquellos católicos que se convierten a otra religión?

—Es un hecho. Hay que ver el por qué de esto. Existe un más grande pluralismo, cultural o religioso, viene, es un hecho en el que hay que respetar siempre a las personas, pero a veces en el pluralismo el pueblo ha perdido un poco su unidad.