juan.arvizu@eluniversal.com.mx

El presidente Felipe Calderón inauguró anoche el monumento conmemorativo del Bicentenario de la Independencia, Estela de Luz, e hizo votos porque sea el “emblema de una nueva era para México”.

A las 19:25 horas se iluminó la primera placa de cuarzo del monumento y a ello siguió media hora de espectáculo de luz y música combinado con fuegos artificiales y voces de cantantes y poetas. La Estela de Luz funcionará como espacio cultural administrado por el Conaculta.

El evento, al que asistió gran parte del gabinete presidencial y por parte de la administración capitalina el secretario de Gobierno, José Ángel Ávila, había sido anunciado para este domingo, aunque su organización real marcó iniciar a las 19 horas de ayer sábado.

La obra hubiera sido inaugurada en las fiestas del Bicentenario, en 2010, pero necesidades de reforzar su estructura aumentaron el tiempo de construcción.

Un aplauso del público secundó el reconocimiento del Presidente al secretario de Educación Pública, Alonso Lujambio (ausente en la ceremonia), quien “con renovados bríos retomó el proyecto y cuya perseverancia y sensatez permitió superar los obstáculos más inimaginables para llevar (la obra) a su culminación”.

“Magnífico monumento”

Calderón inauguró el monumento al colocar su mano izquierda en la superficie de una de las placas de cuarzo. Su esposa, Margarita Zavala, colocó su palma derecha en la misma pieza. A manera de pulso de un corazón, se escuchó un tambor acompasado con una luz intermitente. Después se generalizó el encendido, manejado por computadora.

El Presidente se refirió a la Estela de Luz como “magnifica obra”, proyecto de “gran complejidad técnica” y adelantó que “será referente en esta gran ciudad” y un “hito” y “patrimonio urbanístico”.

Hizo votos porque el disfrute de esta obra ilumine “una nación más segura, justa y próspera” que disfruten las futuras generaciones.

Venció retos de ingeniería

El mandatario reseñó los casi tres años que transcurrieron, desde la emisión de la convocatoria a concursar, el 26 de enero de 2009, hasta ayer, en que encendió el monumento.

Describió el significado conmemorativo de dos siglos de Independencia, luchas de Reforma y el Centenario de la Revolución, y de los héroes de esas etapas de la historia nacional. Dio los nombres del jurado calificador del concurso, eminencias de la arquitectura y la historia, y resumió las razones del fallo “inapelable”.

El anteproyecto, dijo Calderón, tenía “inconsistencias” en planos y cálculos, por lo que se hicieron estudios para darle rigor técnico.

La Estela de Luz tiene la tecnología e ingeniería más avanzadas. Los cimientos de los 30 metros originales en el anteproyecto, son de 50 metros, y otras obras repercutieron en que su peso, de 800 toneladas, aumentara a mil 700 toneladas.

Hubo, en consecuencia, “necesarios ajustes”, por los que transcurrieron 16 meses de tardanza en su entrega.

Calderón omitió la información presupuestal inicial y final de la obra, y dijo que se vencieron retos de ingeniería: la estructura es capaz de soportar vientos y sismos en los escenarios más extremos.

Hizo reconocimientos a las entidades constructoras III, filial de Pemex, y a su actual director, Ignacio López; a Gutsa, ICA y Carso, a la UNAM, y al gobierno capitalino.