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Miguel Ríos dice adiós en Alhóndiga de Granaditas

Alida Piñón Enviada| El Universal
Lunes 31 de octubre de 2011
Miguel Ros dice adis en Alhndiga de Granaditas

DESPEDIDA. A sus 67 años, el cantante granadino ha decidido jubilarse de la escena musical. (Foto: ALMA RODRÍGUEZ AYALA EL UNIVERSAL )

El rocanrolero español dio el último concierto de su vida

ana.pinon@eluniversal.com.mx

GUANAJUATO, Gto.— Miguel Ríos entró al escenario sonriendo y con los brazos en alto. El grito de los admiradores que abarrotaron la Alhóndiga de Granaditas y los acordes de Memorias de la carretera marcaron el inicio del fin del cantante español en los escenarios del mundo, y la clausura del Festival Internacional Cervantino 2011.

Tras la cálida recepción de la audiencia, el granadino de 67 años continuó con el tema Bienvenidos, para saludar a los hijos del rocanrol a quienes, según sus propias palabras, les dejará sus canciones, que siempre intentaron ser honestas y que buscaron resaltar lo mejor del ser humano.

Sin pausas prosiguió con Generación límite y animaba a la gente a seguir el ritmo con las palmas. Simulaba tocar la guitarra, sacudía la cadera, flexionaba musicalmente sus rodillas, en dos palabras: rocanroleaba eufórico.

Es la última función de la gira Bye, Bye, Ríos, y la gente empieza a preguntarse por qué decidió jubilarse. “Tiene la voz tan potente como hace 15 años, es un grande, no debería irse”, dice un joven.

“¡Buenas noches, México; buenas noches, Guanajuato, y bienvenidos todos aquellos que vienen de otros países y que no nos entienden ni un carajo. Hemos venido a pasarla de puta madre porque estamos en el cierre definitivo de una carrera”, dijo el cantante.

“¡No!”, respondió la gente. “Pues sí, así es —continuó—, y como la silla no tiene cinturón de seguridad, son libres de ponerse de pie, subirse a las sillas, entrar en calor llevando el ritmo con sus palmas. Les diría lo mismo que John Lennon, los que están arriba aplaudan, los que están abajo tintineen las joyas, pero como ya no hay lucha de clases sólo espero que disfruten este momento. Y a los que son de mi generación les digo que tienen que aguantar el rock hasta el final, porque este es mi último concierto”, insistió el músico.

Antinuclear, Raquel es un burdel, Cosas que le debo a Madrid, No estás sola, Yo sólo soy, fueron algunos de los temas que pusieron a bailar a la audiencia variopinta que, conforme avanzaba la velada respondía con más efusividad al español.

Afuera del recinto, la gente gritaba “¡Ríos, Ríos!”, y lo saludaba desde las azoteas, por lo que el cantante pidió que prendieran las luces para poder observar a sus admiradores.

El rock de una noche de verano, Oración y El blues del autobús fueron celebradas, pero el éxtasis llegó con Todo a pulmón y Santa Lucía, coreadas de principio a fin. Ríos se mostraba conmovido ante la certeza de que sus temas se convirtieron en imprescindibles en la memoria musical de México y de toda Latinoamérica.

El concierto, previsto a concluir con el Himno a la alegría, continuó con un Ríos que no paraba de conversar, reír y cantar, y con ocho mil personas que abandonaron totalmente las sillas y brincaron con la alegría de despedir a uno de los reyes que quedarán inscritos en la historia del rock en español.

Finaliza la 39 edición

La 39 edición del Festival Internacional Cervantino dejó ingresos por 357 millones de pesos por la asistencia de casi medio millón de personas a los diversos espectáculos.

Los organizadores informaron en rueda de prensa que en este evento la ciudad recibió a más de 100 mil visitantes y la ocupación hotelera se mantuvo en 57%, cifra que aumentó a más de 80% en los últimos días del festival.

Las autoridades locales informaron que durante el evento se registró un saldo blanco, solo se detuvo a 910 personas por faltas menores, como consumir alcohol en la calle.



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